Bill Cosby, un icono cultural que llegó a ser una de las figuras más queridas de Estados Unidos, marcó el más duro golpe a su legado cuando entró caminando lentamente con un bastón a un juzgado de Pennsylvania para responder a las acusaciones de haber drogado y abusado sexualmente de una mujer.
Las acusaciones han dejado a muchos —especialmente en la comunidad afroamericana en Estados Unidos— sintiéndose traicionados. Y es que la imagen del miércoles mostraba un fuerte contraste con la reputación construida durante más de medio siglo donde lo personal y lo profesional se fusionaron en una potente marca visceral.
El autor y profesor de la Universidad de Georgetown, Michael Eric Dyson dijo que la “icónica y simbólica” estructura construida de Bill Cosby se vio “destrozada por esta acusación”, ya que "millones de personas lo admiraban". Sin embargo, algunas veces arremetió contra la comunidad afroestadounidense que siempre lo abrazó.
Al final de su carrera, Bill Cosby hizo polémicas declaraciones públicas sobre los afroamericanos pobres en un discurso en 2004, comentarios que enfurecieron a muchos. Dyson, quien escribió en Estados Unidos un libro sobre el actor hace una década en respuesta a ese incidente, dijo que sus amonestaciones causan hoy más escozor a la luz de las propias fallas morales del comediante.
"Al final, él arremetió contra sí mismo, así como él señaló a millones a lo largo del camino", dijo Dyson.
Aunque decenas de mujeres ya lo habían acusado anteriormente de abuso sexual y hay varias demandas civiles pendientes contra él, nunca le habían levantado cargos hasta ahora.
El personaje público de Bill Cosby comenzó a desmoronarse rápidamente el año pasado, cuando el comediante Hannibal Burress lo llamó violador e hipócrita. Las declaraciones de Burress desataron nuevas acusaciones.
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— El Comercio (@elcomercio) diciembre 31, 2015
Fuente: AP
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