Washington, 19 oct (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, canceló este sábado su plan de celebrar la próxima cumbre de líderes del G7 en su propio club de golf en Miami (Florida), tras una fuerte polémica por los beneficios que habría supuesto para su organización empresarial acoger allí la cita.
“Debido a la Loca e Irracional Hostilidad de los Medios de comunicación y los Demócratas, ya no consideraremos Trump National Doral, en Miami, como la sede (de la cumbre) del G7 en 2020”, escribió Trump en su cuenta de Twitter a última hora del sábado.
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“Empezaremos inmediatamente a buscar otro lugar, incluida la posibilidad de (la residencia presidencial oficial de) Camp David (Maryland). ¡Gracias!”, agregó.
El jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, había anunciado el pasado jueves la selección de Trump National Doral como sede de la próxima cumbre del llamado Grupo de los 7 (G7), que en 2020 le corresponde acoger a Estados Unidos y que se celebrará del 10 al 12 de junio.
Mulvaney justificó la decisión por considerar que el club de golf era “de lejos el mejor complejo” para organizar la cumbre y aseguró que Trump no se lucraría con el evento, pero generó de inmediato una ola de críticas y la impresión de que el presidente buscaba reflotar un lugar cuyos ingresos han caído el 69 % en los últimos dos años.
“Creía que estaba haciendo algo muy bueno para el país al usar Trump National Doral, en Miami, para reunir a los líderes del G7”, aseguró Trump en Twitter minutos antes de anunciar su decisión.
“Es enorme, grandioso, con cientos de acres, al lado del AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MIAMI, tiene tremendos salones de baile y salas de reuniones, y cada delegación habría tenido sus propios edificios de 50 o 70 habitaciones”, continuó.
Trump opinó que su club era “mejor que otras alternativas” y que él estaba dispuesto a organizar el G7 allí “sin NINGÚN BENEFICIO o, si era posible legalmente, con un COSTE CERO para los Estados Unidos”.
“Pero, como de costumbre, ¡los Medios Hostiles y sus Socios Demócratas se volvieron LOCOS!”, añadió.
El anuncio sobre la selección de Doral había llegado en un momento de fuerte escrutinio sobre las decisiones de Trump, tanto las relacionadas con Ucrania que le han merecido una investigación previa a un juicio político como su orden de retirar las tropas estadounidenses del norte de Siria justo antes de la ofensiva turca.
Para muchos republicanos que estaban haciendo equilibrios para defenderle en esos dos temas, la suma del anuncio sobre el G7 resultó ser demasiado.
“Tenemos que intentar defenderle, ¡pero ya no sé si puedo hacerlo! No dudo de que Doral sea un muy buen sitio. Pero esto es políticamente insensible. Tenían que haber sabido la respuesta que iba a traer, (la impresión) de que lo está haciendo por su propio beneficio”, dijo este viernes el congresista republicano Mike Simpson al diario The Washington Post.
Varios legisladores republicanos presionaron a la Casa Blanca para cambiar de idea, mientras el grupo independiente Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington (CREW) denunciaba que Trump estaba “usando el poder de su cargo para ayudar a salvar sus decadentes negocios relacionados con el golf”.
Cuando ganó las elecciones en 2016, el exmagnate inmobiliario cedió a sus dos hijos varones mayores el control de la Organización Trump, pero no liquidó sus intereses en esos negocios.
Su mandato ha estado salpicado de indicios de que podría lucrarse gracias a su cargo, con más de 2.300 casos de conflictos de interés contabilizados por la organización CREW.
Fuente: EFE