Entre los participantes del último debate demócrata para las elecciones de Estados Unidos estaba el multimillonario Tom Steyer, que de repente se halló en medio de una tensa discusión entre Bernie Sanders y Elizabeth Warren al terminar el encuentro.
Fue uno de los momentos más intrigantes del debate, que tuvo lugar este martes.
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Para los espectadores más atentos, quizá hubo otra imagen que les intrigó todavía más.
En la mano izquierda de Steyer había un símbolo toscamente dibujado con bolígrafo: una gran cruz con cuatro cruces más pequeñas, cada una en un cuadrante.
No era la primera vez que se veía al multimillonario gestor de fondos de inversión con esta marca en público: se la dibuja cada día desde hace más de dos años.
Pero el debate entre los aspirantes a la nominación del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos presentó el símbolo a una nueva audiencia.
“¿Por qué está jugando Steyer a las tres en raya consigo mismo en su mano?”, se preguntaba Eli Valley en Twitter.
¿Qué es el símbolo?
Un símbolo con cinco cruces como este se conoce como la Cruz de Jerusalén y se empleó como el símbolo del Reinado de Jerusalén desde el siglo XIII.
El reino fue establecido por los cristianos europeos involucrados en las Cruzadas que invadieron y conquistaron tierras musulmanas.
No hay consenso sobre el significado de las cinco cruces, diversas teorías sugieren que pueden representar a Jesucristo y los cuatro evangelios, cinco heridas sufridas por Jesucristo en la cruz o los cuatro puntos de una brújula.
El símbolo original probablemente es anterior al Reino de Jerusalén y se usaba en estados feudales en lo que ahora es Georgia, que desde 2004 tiene las cinco cruces en su bandera nacional.
¿Por qué lo usa Tom Steyer?
En una entrevista con el sitio BuzzFeed el año pasado, antes de anunciar su postulación para la nominación demócrata, a Steyer le preguntaron por el significado de la cruz en su mano.
“Significa contar la verdad cueste lo que cueste”, respondió.
“Desde hace algún tiempo, la dibujo en mi mano cada día para recordarme siempre contar la verdad. Posteriormente descubrí que tradicionalmente se conoce como una Cruz de Jerusalén”.
Al parecer, Steyer comenzó a dibujarse el símbolo en el invierno boreal del 2017, y en mayo del 2018 le dijo a Politico que es un recordatorio para decir siempre la verdad, “aunque te crucifiquen por ello”.
También defendió que es el símbolo internacional de la humildad, aunque esto no se ha establecido como un hecho.
Steyer, contribuyente del Partido Demócrata desde hace mucho tiempo, es cristiano, y este mes dijo en un podcast que tenía 30 años cuando encontró a Dios. Sin embargo, no relaciona su fe con el símbolo en la mano.
En lugar de eso, su impulso por “decir la verdad” está ligado a un grupo político que lanzó en octubre del 2017 bajo el nombre Need to Impeach (“necesidad de hacer un impeachment o juicio político”) centrado en sacar del poder al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Es un mensaje que este hombre de 62 años ha repetido desde el momento que entró en la carrera por la nominación demócrata en julio del año pasado.
También ha condenado los intereses de las corporaciones que afectan a la política gubernamental y ha prometido que, de ser elegido, declarará un estado de emergencia climática el primer día de su presidencia.
¿Quién más lo usa?
En los últimos años, imágenes y términos asociados a las Cruzadas en Medio Oriente han sido apropiados por supremacistas blancos.
Cuando un supremacista blanco mató a 50 personas en mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, en marzo del 2019, su llamado manifiesto incluía referencias a las Cruzadas.
Pancartas con la Cruz de Jerusalén, al lado del término Deus vult (“Dios lo quiere”) que se asocia con las Cruzadas, fueron exhibidas por la extrema derecha en una marcha que derivó en actos de violencia en Charlottesville (Virginia, EE.UU.) en el 2017.
Sin embargo, la Cruz de Jerusalén no ha sido registrada como símbolo de odio por la influyente Liga Antidifamación, organización activa en Estados Unidos.
La semana pasada, uno de los hijos del presidente, Donald Trump júnior, defendió haber compartido una foto de sí mismo sujetando un fusil (conocido como “Cruzado”) que tenía una Cruz de Jerusalén, así como una imagen de Hillary Clinton en la cárcel.
La imagen, compartida días después de que Estados Unidos asesinara al general iraní Qasem Soleimani, está en la línea de una tradición entre propietarios de armas que consiste en “representar a diversos guerreros históricos”, le dijo el portavoz de Trump Jr. al diario The Washington Post.
La compañía que fabricó el rifle declaró que es "objetivamente estúpido" sugerir que la cruz es un símbolo de odio.
“Como pasa con todos los símbolos, el contexto lo es todo”, dijo Dan Jones, historiador y autor del libro: “Cruzados: la épica historia de las guerras en Tierra Santa”.
El propio Jones tiene un tatuaje de la Cruz de Jerusalén en la muñeca. Se lo hizo hace unos años en Jerusalén con la misma técnica usada por peregrinos hace cientos de años.
“En el contexto de un peregrinaje cristiano a Jerusalén, esto hubiera sido el símbolo de una adoración pacífica”, señaló Jones.
“Pero en el contexto de Donald Trump Jr. con una Cruz de Jerusalén grabada en un AR-15, el contexto es claramente de violencia -contra los musulmanes- y de un choque de civilizaciones que se remonta a la Edad Media”, precisó.
El hecho de que la cruz pueda tener diferentes interpretaciones, como pasó anteriormente con la esvástica, significa que todo candidato presidencial debería ser más cauto a la hora de usarlo, opinó Jones, ya que la apropiación de dichos símbolos puede hacerle el juego a aquellos que consideran que EE.UU. es el agresor.
“[Tom Steyer] claramente tiene sus propias razones para dibujarlo en su mano”, indicó Jones. “Pero tiene que ser consciente del otro contexto. Si fuera elegido presidente, entonces la propaganda del autodenominado Estado Islámico le bautizaría como el ‘Cruzado en jefe’”.
Es improbable que eso ocurra. A medida que los demócratas se acercan a la temporada de primarias, los sondeos colocan a Steyer muy por debajo de la lista de favoritos para obtener la nominación demócrata.