Nueva York [EFE]. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, catalogó este domingo como “indignante” que taxistas en esta ciudad no estén ofreciendo sus servicios a pasajeros chinos por temor al contagio con el coronavirus de Wuhan (COVID-19) y advirtió que habrá “consecuencias”.
► EN VIVO | Muertos por coronavirus en China suman más de 1.600, y confirman primer caso en África
► Por qué es cuestionada la gestión del poderoso Xi Jinping ante el brote de coronavirus en China
“Habrá consecuencias para cualquiera que sea sorprendido tomando parte en este tipo de perfil racial, cruel”, indicó De Blasio a través de un tuit, luego de que saliera a la luz pública que esta comunidad estaba afrontando esta situación.
Taxistas en la Gran Manzana admitieron al diario New York Post que no están aceptando estos pasajeros y algunos han dejado de trabajar en sectores del distrito de Queens, donde radica una gran población de este país.
En China, la cifra de afectados por el coronavirus ha sobrepasado los 60 mil casos y ha provocado al menos mil 380 muertes, la mayoría en la provincia de Hubei, epicentro de la propagación del patógeno, lo que ha generado temor entre los neoyorquinos pese a que no se ha reportado ningún caso en esta ciudad.
“Me siento mal por eso, pero cuando veo pasajeros chinos, simplemente me voy”, dijo al Post un taxista que prefirió el anonimato mientras otros han estado evitando ciertos barrios con gran población china, como Flushing, en Queens, donde se estima radican unos 70.000 emigrantes de ese país.
“Si dejo a alguien en Flushing, desactivo la aplicación de Uber (para pedir el servicio de un taxi) y me voy a otra área. No sé quién lo tiene. Me preocupo por mi, mi familia y mis pasajeros”, indicó un conductor al diario neoyorquino.
El temor al contagio ha afectado también las ventas en comercios del popular sector de Chinatown en Manhattan. Hace tan sólo unos días De Blasio hizo un llamamiento a la ciudadanía para que acuda a los establecimientos comercios en Chinatown, que ha sufrido una merma en ventas de hasta 60 por ciento.
Esta acción de los taxistas es castigada con una multa de 500 dólares, la primera vez, por discriminación que impone la Comisión de Taxis y Limusinas que regula esta industria en la ciudad y que también podría revocar el carné de conducir al taxista.
La directora de la Comisión, Aloysee Heredia Jarmoszuk recordó que esta práctica “es ilegal” en Nueva York e hizo un llamado a quien experimente la situación a que se comunique con esa agencia pública.