Miami. Alan Gross, el contratista liberado la semana pasada después de cinco años en una cárcel de Cuba, recibirá 3,2 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos como parte de un arreglo con su empleador, dijo el martes la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés).
Gross estuvo empleado por DAI, una empresa con sede en Bethesda, Maryland, como parte de un proyecto financiado por USAID en Cuba. DAI había buscado 7 millones de dólares para Gross, dijo un portavoz de USAID.
"Entendemos que el dinero irá para Alan Gross como parte de un acuerdo entre las dos partes", dijo el portavoz de USAID. El dinero sería pagado en los próximos días, añadió.
El portavoz de DAI Steven O'Connor dijo que la compañía estaba "complacida en tener a Alan en casa y satisfecha de que se arregle esta cuestión legal".
Gross permaneció encarcelado en Cuba desde diciembre de 2009 hasta su liberación la semana pasada, cuando los gobiernos de Estados Unidos y Cuba restablecieron relaciones diplomáticas e intercambiaron prisioneros.
Su detención fue un obstáculo importante en la mejora de las relaciones entre ambos países tras más de 50 años de hostilidad.
El arreglo prevé el pago de parte de USAID de reclamos no anticipados bajo un contrato de reembolso de costos, incluyendo cargos vinculados con Gross, dijo USAID en su comunicado.
Gross y su esposa Judy presentaron una demanda de 60 millones de dólares en noviembre de 2012 por negligencia contra DAI y contra el Gobierno de Estados Unidos.
Gross acordó con DAI por unos términos que no fueron revelados en mayo de 2013, y una corte de distrito de Estados Unidos rechazó su reclamo contra el gobierno, que fue sostenido el mes pasado ante una apelación.
Un abogado de Gross se abstuvo de discutir el arreglo pero agregó que se planeaba buscar una revisión en la Corte Suprema del caso contra el gobierno estadounidense.
Gross estaba cumpliendo una sentencia de 15 años por ofrecer equipo de Internet a cubanos judíos bajo un programa estadounidense que Cuba considera subversivo.
La información en la isla caribeña está estrictamente controlada, el uso de Internet es limitado y no se permite a los visitantes llevar tecnología satelital.
Estados Unidos dice que Gross simplemente estaba ayudando a los cubanos a conectarse como parte de un proyecto de construcción de democracia.
Fuente: Reuters