El fenómeno Trump: ¿Cómo ganar una campaña a base de polémica?
El fenómeno Trump: ¿Cómo ganar una campaña a base de polémica?

Estados Unidos. Un estratega de campaña diría que el hombre simplemente es un desastre. Una campaña racista contra los mexicanos, ofensas públicas contra el ex prisionero de la guerra de Vietnam John McCain, declaraciones arrogantes sobre su multimillonaria fortuna: a casi un año y medio de las elecciones en Estados Unidos, el precandidato presidencial parece haberse metido de lleno en el barro político con sus controvertidos comentarios.



"Don Voyage! Trump arruinado tras insultos", lo despidió "The New York Post" después de que Trump cuestionara duramente al senador McCain y al hecho de que fue prisionero de guerra en Vietnam. La campaña de Trump alcanzó un "punto de inflexión", escribió "The New York Times" y anunció el naufragio político del ambicioso empresario.

Incluso el analista conservador Charles Krauthammer, de la cadena Fox News, consideró que Estados Unidos pierde el tiempo en hablar sobre un "payaso de rodeo" mientras más de una decena de candidatos se presentan a las primarias del Partido Republicano.

Pero parece demasiado pronto para borrar a Trump del mapa. Jeb Bush, relacionado directamente con dos ex presidentes, lideraba durante semanas las preferencias del "Grand Old Party", pero finalmente fue desplazado por Trump, que ahora se sitúa a la cabecera.

Según una encuesta del lunes de "The Washington Post" y ABC, Trump cuenta con un apoyo del 24 por ciento y se ubica en primer lugar, por delante de Bush y del gobernador de Wisconsin, Scott Walker. "Dejen de reírse de Donald Trump", escribió recientemente William Fry, del Instituto Brookings.

El playboy con la lengua suelta tiene mucha tela para cortar. Su cabellera suele ser objeto de burlas en los shows televisivos nocturnos. En un capítulo de la nueva temporada de "Los Simpsons" Homero (Homer) se pierde entre los pelos del neoyorquino y termina en un universo paralelo. Y en Internet abundan los memes sobre su peinado cabello rubio y se lo compara con una oruga peluda, un cobayo o el peinado de Alf, el famoso extraterrestre de la TV.

De hecho, la revista "Time" publicó un manual sobre el secreto del peinado de Trump y cómo lograrlo en cuatro simples pasos.

Pero las burlas no han impedido que con su estilo confrontacional y sensacionalista Trump controle la agenda de la campaña electoral. Y siembra la discordia con la intención de arrancar respuestas emocionales de sus rivales. La idea es simple: la repercusión negativa es mejor que ninguna repercusión.

En la televisión, la radio y los diarios los analistas destrozan desde hace días al "enfant terrible", dueño de un multimillonario imperio. Casi la mitad del tiempo que se dedicó a los candidatos republicanos el mes pasado fue para Trump, según estimó Nate Silver, del blog de política "FiveThirtyEight".

"Atacarlo con la censura y la vergüenza es como intentar destruir a Godzilla con electricidad: lo puede hacer más fuerte", escribió "The Washington Post".

El hecho de que el ex gobernador de Texas Rick Perry hablara de que la política estadounidense tocó su punto más bajo, que el senador Lindsey Graham lo calificara de "idiota" y que cada vez haya más políticos pidiendo que se baje de la carrera para la Casa Blanca parece haber dado fuerza al millonario.

Trump continúa interpretando el papel de bufón y con sus escandalosas declaraciones atrae a muchos estadounidenses que quieren mantenerse alejados del tradicional establecimiento político  de Washington que representan los republicanos y los demócratas.

El empresario disfruta actualmente del hecho de que no tiene nada que perder, ya que nunca ocupó un cargo político, destacó el "Washington Post". "Pero imagínense cómo sería cuando se suba al ring", añadió.

Fuente: DPA

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