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Washington. Agentes de Estados Unidos encontraron a un niño de tres años abandonado por "coyotes" llorando en un campo de maíz en la localidad de Brownsville, Texas, en la frontera con México, con su nombre y un número de teléfono escrito en sus zapatos, dijeron el miércoles autoridades estadounidenses.
La agencia federal de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dijo que el niño, hallado temprano la mañana del martes, fue "abandonado" por un grupo de supuestos inmigrantes ilegales que habían cruzado a Estados Unidos desde México cerca de Brownsville, Texas.
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Los oficiales habían observado a inmigrantes que caminaban hacia un campo de maíz después de haber entrado ilegalmente en Estados Unidos y que, ante la presencia de las autoridades, se dispersaron en medio de la vegetación.
"Cuando los agentes intentaron interceptar al grupo, los presuntos extranjeros ilegales se dispersaron en el campo de vegetación tupida", dijo la CBP en un comunicado.
El niño, que estaba "solo y llorando", fue descubierto durante un patrullaje y llevado a un hospital local, donde se determinó que estaba en buenas condiciones, apuntó.
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Los agentes creen que el niño estaba con un grupo más grande de migrantes que huyeron al ver a las patrullas.
Los esfuerzos para localizar a su familia hasta el momento han sido infructuosos.
El menor, que no hablaba lo suficientemente bien como para comunicarse, está siendo atendido en un centro de la CBP y será entregado en custodia del Departamento de Salud.
Un agente de la Patrulla Fronteriza en Fort Brown le compró ropa al niño, mientras que otros agentes de la CPB lo entretuvieron con películas y juegos.
Según la CBP, los agentes de la patrulla fronteriza detuvieron en marzo a 92.607 personas a lo largo de la frontera suroeste estadounidense, frente a los 66.884 en febrero. Entre los detenidos en marzo se encontraban 8.975 niños no acompañados.
--- Casos similares ---
El hecho trae a la memoria los que ocurrió en diciembre pasado, cuando dos niños guatemaltecos murieron mientras estaban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.
El día de Nochebuena, Felipe Gómez, de ocho años, murió en un hospital del estado de Nuevo México por causas que aún se desconocen, mientras que Jakelin Caal, de apenas siete años y quien fue retenida junto a su padre, falleció el 8 de diciembre en un hospital de El Paso (Texas).
Luego de esas muertes, que causaron indignación entre organizaciones a favor de los inmigrantes, las autoridades estadounidenses anunciaron que comenzarían a someter a exámenes médicos a todos los pequeños inmigrantes bajo su custodia.
Según cifras de la CBP, en marzo pasado se registraron 92.607 arrestos a lo largo de la frontera con México, de los cuales 30.555 correspondieron a individuos, 53.077 a familias y 8.975 a menores no acompañados.
Paralelo al hecho, el presidente Donald Trump dijo el miércoles que Estados Unidos enviaría soldados armados a la frontera sur luego de que soldados mexicanos recientemente "dispararon" a tropas estadounidenses, intensificando su guerra verbal con México sobre la inmigración.
Trump, quien ha hecho de la inmigración el centro de su mensaje a sus votantes conservadores, también dijo en Twitter que "una gran caravana de más de 20.000 personas" avanza a través de México hacia Estados Unidos.
Fuente: AFP / EFE
