El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está envuelto en un nuevo escándalo.
Y ello podría llevarlo a un juicio político.
La presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, anunció este martes la apertura de una investigación que puede dar lugar a un proceso de impeachment contra Trump.
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¿Cuál es el motivo de este proceso?
De acuerdo con reportes de medios estadounidenses, un informante alertó a los servicios de inteligencia de una llamada entre el mandatario estadounidense y su par ucraniano, Volodimir Zelensky, en la que Trump le pedía ayuda para investigar a Joe Biden, uno de los candidatos demócratas a las elecciones de 2020.
Pelosi consideró que Trump "traicionó su juramento al cargo" y que sus acciones "violaron la Constitución".
El mandatario no niega haber mantenido una conversación con Zelensky, pero desmiente que haya habido un diálogo inapropiado y prometió mostrar la transcripción de esa llamada.
No es la primera vez que los demócratas intentan iniciar un juicio político a Trump, y en ninguna de las veces anteriores tuvieron éxito.
Acusaciones sobre la obstrucción presidencial a la justicia, la sospecha de colusión de la campaña de Trump con Rusia y las supuestas violaciones del las leyes de financiamiento de campañas generaron pedidos para la destitución del presidente.
Pero llevar a cabo un juicio político, acusación, destitución o como se le dice en inglés "impeachment", "no es una cosa fácil" de realizar y "el proceso es exigente, difícil y lo que es más importante, raro", le explicó a la BBC, Jonathan Turley, profesor de Derecho de la Universidad George Washington.
¿Cómo funciona el proceso? ¿Y qué otros presidentes estadounidenses se enfrentaron a lo mismo en el pasado?
¿Qué es un “impeachment”?
En este contexto, el impeachment es el juicio político que tiene lugar en el Congreso de EE.UU. con vistas a una posible destitución del presidente.
La Constitución estadounidense establece que el presidente “debe ser destituido de su cargo si es acusado de y condenado por traición, soborno, u otros crímenes o delitos graves”.
El proceso debe ser iniciado por la Cámara de Representantes y nada más necesita de una mayoría simple para ser activado.
El juicio, sin embargo, tiene lugar en el Senado. Y ahí se necesitan dos tercios de los votos para destituir al presidente.
Y esto nunca ha pasado en la historia de Estados Unidos.
¿Qué presidentes de EE.UU. han sido sometidos a juicios políticos?
A pesar de que la amenaza cayó sobre la cabeza de numerosos mandatarios estadounidenses, solamente dos fueron llevados a juicio político.
El más reciente fue Bill Clinton, el 42º presidente de EE.UU., quien fue procesado tras ser acusado de perjurio frente a un gran jurado y de obstrucción de la justicia, después de que mintiera sobre la naturaleza de su relación con la pasante Mónica Lewinsky y supuestamente también le pidiera a ella que mintiera.
En diciembre de 1998 la Cámara votó 228 a 206 a favor de enjuiciar a Clinton por la primera acusación, y 221 a 212 por la segunda.
Para esa época, el nivel de aprobación popular de Clinton como presidente era 72%.
Y cuando el caso llegó al Senado, en 1999, la acusación estuvo lejos de conseguir los dos tercios de votos que necesitaba para prosperar.
"En su prisa por destituir al presidente, (los congresistas republicanos) nunca se detuvieron a pensar si las acusaciones podían ser probadas más allá de cualquier duda razonable", se lee en un análisis publicado por la BBC en aquel momento.
¿Y el segundo presidente?
El único otro presidente de EE.UU. llevado a juicio político fue el número 17, Andrew Johnson, quien ocupó el cargo por dos períodos a partir de 1865.
Fue procesado por la Cámara de Representantes en 1868, solo 11 días después de que destituyera a Edwin Stanton, su "ministro de Guerra", quien no estaba de acuerdo con sus políticas.
A diferencia de Clinton, sin embargo, Johnson se salvó por muy poco: los dos tercios en el Senado no se alcanzaron por un único voto, gracias al número de republicanos que había en la Cámara Alta.
No todos apreciaban a Johnson, pero el senador por Iowa James Grimes justificó su apoyo diciendo: “No puedo aceptar destruir el funcionamiento armonioso de la Constitución solamente para que nos podamos deshacer de un presidente inaceptable”.
¿Qué tan probable es el “impeachment” de Trump?
Teóricamente es posible. En la práctica, sin embargo, es mucho menos probable.
Según el profesor Turley, "la Cámara de Representantes necesita solo una mayoría simple". Esto es un 51%.
"Una Cámara de Representantes controlada por los Demócratas puede sin duda acusar a un presidente, si puede presentar (cargos por) delitos graves o menores", describe.
Sin embargo, para que el proceso se cumpla, el Senado necesita una ‘super mayoría’", y esto es un 67% de demócratas.
“Es poco probable que el presidente Trump pueda ser condenado en un Senado con mayoría republicana cuando necesitas una 'super mayoría”, dice Turley.
En la actualidad los demócratas controlan la Cámara de Representantes y los republicanos, el Senado.
“Una cosa está clara: no es suficiente odiar a un presidente y no estar de acuerdo con él incluso en los aspectos más importantes de la Constitución (para realizar un juicio político)”, analiza Turley.