En junio del año 2003, Kobe Bryant, leyenda de la NBA, estuvo involucrado en un delito de agresión sexual contra Katelyn Faber una joven de 19 años empleada del hotel Lodge & Spa de la ciudad de Eagle, Colorado, en el que el jugador se encontraba hospedado mientras se recuperaba de una operación en su rodilla. Todo forma parte de su vida, una vez conocida su trágica muerte en un accidente aéreo.
Según constaba la declaración de ambos, el deportista pidió a la joven que le enseñara las instalaciones del hotel, la invitó a su habitación y se besaron. Todo consensuado. Las versiones difieren en lo que pasó después. Según la joven, Bryant la tomó del cuello y abusó sexualmente de ella.
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En cambio, la declaración de Bryant había sido muy diferente. El jugador aseguró que no habían mantenido relaciones sexuales, hasta que los policías le dijeron que se habían extraído restos de ADN suyos del interior de la joven, quien además presentaba heridas compatibles con un abuso sexual.
Aunque Bryant estaba imputado por violación, una semana antes de sentarse en el banquillo de los acusados, la víctima confirmó que no iba a testificar y solicitó una disculpa de Bryant ante la corte para retirar los cargos penales. Además, llegó a un acuerdo con los abogados del jugador para no utilizar su disculpa en el juicio civil
La fiscalía decidió retirar los cargos contra él el 1 de septiembre de 2004, tras catorce meses de procedimiento judicial. En marzo de 2005, un par de meses después de que se cancelase el juicio, Bryant y la víctima llegaron a un acuerdo confidencial, con una compensación económica por dos millones y medio de dólares y la estrella de la NBA además accedió a pedir perdón a la supuesta víctima por el incidente, a quien incluyó públicamente su mea culpa y aseguró que él realmente creía que el encuentro entre ambos fue consensuado.
A pesar de la resolución, en julio de 2005 Kobe reapareció en la NBA tras su lesión, pero marcas como McDonald’s, Nutella y Ferrero S.p.A cancelaron sus contratos con el deportista debido a lo sucedido. Un diamante de cuatro millones de dólares fue la única forma de que su mujer, Vanessa, le perdonara la escandalosa infidelidad. La buena imagen de “black mamba” se había terminado de todos modos.
Uno de los motivos del cambio de número en su camiseta fue por este escándalo. Bryant jugó su primera década con el 8 a la espalda, pero en la temporada 2006/2007 lo cambió por el 24, en una especie de lavado de imagen con el que intentaba dejar atrás su peor pesadilla, la de ser acusado por un delito demasiado grave.