La ola de aire helado que golpea a varias zonas de EE.UU. desde la semana pasada sigue rompiendo todos los récords y en algunos lugares marca cifras no vistas desde la década del cincuenta.
En estos momentos el frío intenso se extiende hacia el sur y este de Estados Unidos, obligando a muchas escuelas y empresas a permanecer cerradas por segundo día dados los peligros de salir a la calle.
Las temperaturas cayeron a -13,3 grados centígrados en Atlanta y -21,1 grados C en una alejada estación meteorológica en las montañas del norte de Georgia, las temperaturas más frías en el estado en años.
El mercurio cayó a los niveles más bajos en Virginia Occidental en 25 años, mientras que el frío extremo en Virginia superó récords en baja que habían permanecido desde fines de la década de 1950. El Servicio Meteorológico Nacional informó que el termómetro alcanzó su nivel más bajo en -16,1 grados C antes del amanecer en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshal de Baltimore-Washington, con una sensación térmica de -26,6 Celsius.
En Georgia y Alabama se esperaba que las temperaturas más elevadas fueran de un solo dígito, y las advertencias por el factor de enfriamiento del viento llegaban incluso a Florida.
En Pensacola, Florida, una ciudad del Golfo de México conocida más por playas que por heladas, calles normalmente llenas de personas corriendo y paseando a sus perros estaban desiertas el martes por la mañana con temperaturas bien debajo de cero.
En el centro de Louisville, Kentucky, donde la sensación térmica descendió el lunes a -30 grados C, John Tyler se reunió con amigos en un McDonald’s. Tyler, que se describe a sí mismo como una persona sin hogar, pasó la noche dormido en la calle.
Vestido con una sudadera, dos abrigos y una gorra negra de lana, dijo que no hay forma de prepararse adecuadamente para este tipo de frío.
“¿Cómo le estamos haciendo frente? No puedes hacerle frente”, afirmó. “No hay forma en que puedas hacerle frente”.