Tal como anticiparon los sondeos a boca de urna, el candidato de Acción Democrática Nacional, Daniel Noboa, se hizo con la presidencia de Ecuador luego de derrotar a la representante del partido correísta Revolución Ciudadana, Luisa González, en segunda vuelta.
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Con los resultados oficiales al 93,61% la plataforma del Consejo Nacional Electoral (CNE) muestra que Noboa obtuvo el 52,17% de los votos frente al 47,83% de González.
Con esta jornada electoral se pone fin a una turbulenta campaña presidencial en Ecuador que estuvo marcada por el asesinato del candidato Fernando Villavicencio a manos de sicarios, en pleno corazón de Quito, durante la primera vuelta.
Noboa, quien asumirá el cargo en diciembre y cumplirá con el tiempo para el que fue electo Guillermo Lasso en el 2021, tendrá al frente enormes retos referentes a temas de inseguridad, crisis política y económica.
Cabe recordar que esta elección es extraordinaria y se celebra luego de que Lasso invocara la “muerte cruzada” en mayo de este año, antes de que la Asamblea Nacional controlada por el correísmo votara como parte del juicio político que se seguía en su contra.
Simón Pachano, analista político ecuatoriano y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, conversó con El Comercio sobre la victoria de Noboa, los retos que enfrentará como nuevo mandatario y lo que se puede esperar del correísmo hasta el 2025.
- Luego de una accidentada y trágica primera vuelta, ¿cómo ha encontrado usted esta segunda etapa de la elección presidencial?
Ha sido una campaña muy atípica, muy inesperada, no estaba prevista y sorprendió a todo, desde organizaciones políticas y candidatos hasta la ciudadanía. La primera vuelta fue mucho más dura, tuvo un altísimo nivel de violencia que llevó al asesinato de Fernando Villavicencio. La segunda vuelta fue mucho más tranquila, pero ha sido una campaña que no nos ha dado a los electores los elementos necesarios para entender cuáles eran las ofertas de los candidatos. Incluso en el debate se centraron en aspectos muy puntuales o en generalidades.
"Ha sido una campaña que no nos ha dado a los electores los elementos necesarios para entender cuáles eran las ofertas de los candidatos"
- ¿Los ecuatorianos llegaron sin conocer realmente a quién sería su próximo presidente?
Conociendo aspectos muy generales, lo básico. Además, ambos candidatos eran prácticamente desconocidos. Pese a haber sido asambleístas legislativos en el último periodo, no tuvieron una participación destacada por lo que no se les conoció públicamente. Eran prácticamente desconocidos. Luisa González tenía detrás al correísmo, básicamente a Rafael Correa quien personificó la campaña de la primera vuelta. Daniel Noboa no tuvo una presencia fuerte, incluso en la segunda vuelta no tiene una presencia que se manifiesta en el discurso que da tras conocer la victoria. Es un discurso muy escueto, muy apagado y no da mayores vistas de qué quiere.
- En primera vuelta nos anticipó que el correísmo llegaba con un antivoto bastante duro. ¿Con los resultados actuales podemos decir que ganó Noboa o que perdió el correísmo?
Yo creo que más claro es que perdió el correísmo. Nuevamente se reedita que el correísmo no puede ganar en segunda vuelta, no tiene mayoría. Fíjese que la proporción de votos es casi la misma que con la que ganó Guillermo Lasso la elección anterior. Y posiblemente esto sea un golpe mucho más fuerte para el correísmo, porque es una segunda vez. Se ve que el correísmo no puede ganar sin Correa.
- ¿Cuáles serán los principales retos para el presidente Noboa?
La inseguridad es el tema fundamental, tendrán que mirarlo en su totalidad porque es un problema multidimensional y no solo de equipamiento de las fuerzas del orden. Eso es lo más urgente, pero también deberá preocuparse de la política propiamente.
- ¿En qué sentido?
Tendrá una Asamblea Nacional donde es absolutamente minoritario, al igual que Lasso. Y tiene el antecedente de la alianza entre el correísmo y el Partido Social Cristiano que yo creo se repetirá para esta legislación. Dicha alianza presionará al gobierno y buscará lograr lo que no pudieron con Lasso: apoyar al gobierno a cambio de formar una Comisión de la Verdad en la que se revisen las condenas contra Rafael Correa. Sería el error más grande de Noboa si acepta eso.
- Noboa gobernará de diciembre del 2023 a mayo del 2025, ¿es tiempo suficiente para hacer algo?
Depende qué sea ese algo. No va a terminar con los cárteles de la droga pero sí puede lograr algunas cosas, como acuerdos importantes con Europa porque es el principal destino de la droga. Conseguir cooperación con países europeos, por ejemplo. También puede hacer algunas cosas en el plano económico para reordenar la economía, conseguir acuerdos con organismos multilaterales porque el gobierno saliente le dejó ordenado el tema con el FMI. No es mucho lo que puede hacer, pero tampoco es nada.