Redacción EC

Madrid. El ataúd con los restos del dictador español Francisco Franco salió este jueves a hombros de sus familiares de la basílica del monumento del Valle de los Caídos, donde han estado enterrados 44 años.

Está previsto que el féretro sea trasladado inmediatamente en un helicóptero militar hasta un cementerio municipal en El Pardo, un barrio de las afueras de Madrid, para su inhumación en el panteón donde desde 1988 está enterrada la viuda de Franco.

Cuarenta y cuatro años después de su muerte, el dictador de España Francisco Franco será exhumado este jueves del mausoleo donde estaba enterrado cerca de Madrid y se le rendía homenaje, una anomalía en Europa que el gobierno socialista decidió atajar.

El proceso, que durará varias horas y para el que se han acreditado unos 500 periodistas, comenzó cerca de la las 10:30 (hora local).

El traslado, de unos 50 km de recorrido, se hará en helicóptero, y si no es el caso, por tierra.

Es una “gran victoria de la dignidad, de la memoria, de la justicia, de la reparación y, por tanto, de la democracia española”, dijo el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

“La exhumación de los restos de Franco debería servir para reflexionar sobre lo que significa para la propia imagen de nuestro país y para la democracia”, declaró la mañana de este jueves la vicepresidenta, Carmen Calvo.

Sánchez había prometido la exhumación para el verano de 2018. Pero se retrasó más de un año por la batalla judicial lanzada por los siete nietos del dictador, que dirigió España con mano de hierro entre 1939 y 1975 tras impulsar un golpe de Estado contra la II República española e imponerse en la Guerra Civil (1936-1939).

La oposición, tanto de derecha como de izquierda, acusa al líder del PSOE de utilizar este traslado para conseguir réditos electorales a poco más de dos semanas de los comicios del 10 de noviembre, a los que llega en una situación comprometida por la semana de disturbios violentos en Cataluña.

“Esto habría que hacerlo en período no preelectoral”, y “sobre todo, no apuntarte medallas”, dijo el líder de la izquierda radical de Podemos, Pablo Iglesias.

“Nosotros no vamos a gastar ni un minuto en hablar de lo que pasó en España hace cincuenta años”, declaró recientemente el líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, mientras que Santiago Abascal, líder de la extrema derecha de Vox, fustigó la “profanación de una tumba”.

Los partidarios de Franco rezan afuera del mausoleo del Valle de los Caídos (Valle de los Caídos) en San Lorenzo del Escorial. (AFP)
Los partidarios de Franco rezan afuera del mausoleo del Valle de los Caídos (Valle de los Caídos) en San Lorenzo del Escorial. (AFP)
/ OSCAR DEL POZO

- Controversia sobre la “memoria histórica” -

El gobierno actúa basándose en una decisión de 2017 del Parlamento español solicitando la exhumación de Francisco Franco, que entonces cayó en saco roto por la oposición del ejecutivo conservador de Mariano Rajoy, del PP, cuyos diputados se abstuvieron.

Desde la adopción en 2007 por parte del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) de una “Ley de memoria histórica”, la derecha acusa a la izquierda de querer reabrir las heridas del pasado.

Rajoy, en el poder entre 2011 y 2018, presumía de no haber gastado un euro para aplicar esta ley destinada a retirar los vestigios de la dictadura, identificar decenas de miles de cadáveres todavía enterrados en fosas comunes y reparar la memoria de los republicanos vencidos y condenados por el franquismo.

Zapatero se felicitó por la exhumación prevista este jueves, afirmando que “hoy es un día en que la democracia española va a ser una democracia más perfecta”. “Un país debe saber interpretar, interiorizar aquella tragedia”, de la que “el principal responsable fue Franco”, añadió en declaraciones a la radio Cadena Ser.

Fuente: EFE / AFP