Cuatro áreas de Ucrania bajo el control de Moscú anunciaron planes para realizar de manera urgente referendos sobre la unión a Rusia, lo que allanaría el camino para la anexión al país vecino.
La invasión de Rusia se estancó en los últimos meses y Ucrania recuperó franjas de territorio en el noreste en semanas recientes.
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Ahora, los funcionarios respaldados por el Kremlin en el este y el sur de Ucrania dicen que quieren realizar a partir de esta semana votaciones para unirse a Rusia.
Rusia anexó Crimea en 2014, luego de un referendo que generó una condena internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo el martes que "los 'referendos falsos' no cambiarán nada".
La comunidad internacional nunca ha reconocido la anexión de Crimea, pero desde hace tiempo ha quedado claro que Rusia tiene la intención de utilizar la misma vía para aprobar su toma de control de otras regiones ocupadas.
“Justicia histórica”
La anexión de más territorio ucraniano permitiría al Kremlin afirmar que la propia Rusia está siendo atacada por las armas de la OTAN.
Rusia lanzó su invasión a Ucrania el pasado 24 de febrero.
Se especula que Rusia podría anunciar una movilización masiva de tropas para reforzar sus fuerzas en Ucrania.
El parlamento ruso aprobó penas más duras para delitos como la deserción, los daños a la propiedad militar y la insubordinación durante la movilización o las operaciones de combate.
El subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, el expresidente y ex primer ministro Dmitry Medvedev, dijo el martes que celebrar votaciones en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk -también conocidas como el Donbás- es una cuestión de “justicia histórica” y sería irreversible.
"Después de las enmiendas a la constitución de nuestro estado, ningún futuro líder de Rusia, ningún funcionario, podrá revertir estas decisiones", afirmó.
Poco después, las dos autoridades respaldadas por Rusia en Donetsk y Lugansk dijeron que organizarían votaciones del 23 al 27 de septiembre.
Ambos fueron reconocidos como independientes por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tres días antes de que las tropas rusas invadieran Ucrania desde el norte, el este y el sur.
Los funcionarios instalados por Rusia en la región sur de Kherson dijeron que también celebrarían una votación, y una declaración similar provino de las áreas ocupadas por Rusia de Zaporiyia.
Los medios estatales rusos dijeron que la gente podría votar en persona o de forma remota.
Durante meses, las autoridades instaladas por Rusia han tratado de realizar referendos a su manera.
Nunca hubo esperanza de un voto libre o justo, y la continua guerra ha hecho que sea poco práctico incluso tratar de anexar áreas que no están totalmente bajo su control.
Las contraofensivas de Ucrania lo han hecho aún más difícil.
“Signo de histeria”
Si bien la mayor parte de Lugansk permanece en manos rusas desde julio, el líder ucraniano de esa región anunció el lunes que el ejército había recuperado la aldea ucraniana de Bilohorivka.
Gran parte de Donetsk está bajo control ucraniano, aunque Rusia se ha apoderado de la franja costera a lo largo del mar de Azov.
Aunque las fuerzas rusas capturaron rápidamente Jersón al comienzo de la guerra, el ejército ucraniano recuperó parte del territorio y las autoridades instaladas por Rusia se han enfrentado a repetidos ataques de Ucrania. Los intentos de celebrar una votación allí fueron pospuestos.
Gran parte de Zaporiyia todavía está bajo control ucraniano, incluida la capital regional del mismo nombre.
A pesar de que la votación de 2014 en Crimea fue ampliamente rechazada como ilegal y boicoteada por un gran número de residentes, el ejército ruso tenía el control de la península.
Las fuerzas ucranianas no están lejos de la ciudad de Donetsk y el lunes el alcalde respaldado por Rusia las acusó de bombardear la ciudad, matando al menos a 13 personas.
Cualquier intento de anexar más territorio soberano de Ucrania enfurecerá a los líderes en Kyiv y destruirá cualquier esperanza de una solución negociada.
El asesor del Ministerio de Defensa de Ucrania, Oleksiy Kopytko, sugirió que el plan de votación era una "señal de histeria" en Moscú.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo el lunes que "los ocupantes están claramente en pánico".
El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que las votaciones son una "farsa", mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, condenó la idea como "cínica" y una "parodia" que obviamente no sería reconocida por la comunidad internacional.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que las consultas no tienen legitimidad y que son "una nueva escalada en la guerra de Putin".
La especialista en Rusia Tatiana Stanovaya analiza el último movimiento como un "ultimátum inequívoco" de Rusia a Ucrania y Occidente.
Según ella, si estos no reaccionan adecuadamente, Rusia movilizará completamente sus fuerzas armadas para la guerra.
La anexión le daría al presidente Putin el derecho, bajo su punto de vista, de usar cualquier arma en territorio protegido que Moscú considere que es ruso.
Existen apoyos desde algunos sectores en Rusia para la movilización total de las fuerzas armadas. Putin todavía describe la invasión como una "operación militar especial".
En una señal de que el Kremlin se puede estar preparando para respaldar los referendos, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que, desde el inicio de la operación, Rusia quería que los residentes tuvieran la decisión.
“Toda la situación actual confirma que quieren ser dueños de su destino”, aseguró el canciller ruso.