1 / 22 Un hombre ondea una bandera británica el día del Brexit. (Foto: Reuters).
2 / 22 Gran Bretaña termina el 31 de enero casi medio siglo de integración con sus vecinos más cercanos y abandona la Unión Europea, comenzando un nuevo capítulo, pero aún incierto, en su larga historia. (Foto: AFP).
3 / 22 La cara del reloj de la Torre Elizabeth, conocida más comúnmente por el nombre de la campana en el interior, Big Ben, muestra las manecillas a las once de la noche el día en que el Reino Unido abandona formalmente la Unión Europea. (Foto: AFP).
4 / 22 Un reloj de cuenta regresiva digital Brexit muestra 00:00 cuando el tiempo llegue a las 11 en punto, como se proyecta en el frente de 10 Downing Street, la residencia oficial del Primer Ministro de Gran Bretaña, en el centro de Londres mientras Gran Bretaña se prepara salir de la Unión Europea. (Foto: AFP).
5 / 22 Los partidarios del Brexit ondean banderas de la Unión cuando llega el momento de las 11 en punto, en la Plaza del Parlamento, sede de la Celebración del Brexit Leave Means Leave en el centro de Londres, el día en que el Reino Unido abandona formalmente la Unión Europea. (Foto: AFP).
6 / 22 La bandera del Reino Unido fue retirada desde los exteriores del edificio del Parlamento Europeo en Bruselas. (Foto: AFP).
7 / 22 El Reino Unido entró en la Comunidad Económica Europea en 1973, tras sufrir dos vetos de Francia, en 1963 y 1967, preocupada porque fuese un “caballo de Troya” de Estados Unidos. (Foto: AFP).
8 / 22 El Reino Unido sale este viernes, una hora antes de medianoche, de la Unión Europea. Un momento histórico durante mucho tiempo incierto y que, con júbilo para unos y tristeza para otros, abre la página de un nuevo futuro en solitario. (Foto: AFP).
9 / 22 Un ejemplar de la bandera británica se guardará en la Casa de la Historia Europea, un museo sobre la construcción europea con sede en Bruselas, explicó días atrás una vocera del Parlamento. (Foto: AFP).
10 / 22 A partir de ahora, el primer ministro Boris Johnson tendrá por delante la difícil misión de negociar tratados comerciales con la Unión Europea, pero también con Estados Unidos, su gran baza para reemplazar a su principal socio comercial. (Foto: AFP).
11 / 22 Las dos partes están exhaustas después de las peleas del Brexit y ninguna tiene demasiadas ganas de marcar el acontecimiento con gestos extravagantes. (EFE).
12 / 22 Los miembros del personal del Consejo de la Unión Europea retiran la bandera del Reino Unido del edificio del Consejo Europeo en Bruselas . (Foto: AFP).
13 / 22 Momento histórico sin mucha algarabía entre el Reino Unido y la Unión Europea. (EFE).
14 / 22 El viernes será un día verdaderamente histórico en el que casi nada sucederá por el Brexit: bajarán algunas banderas británicas de los edificios de la Unión Europea en Bruselas mientras otras ondearán en manos de ciudadanos jubilosos en Londres. (EFE).
15 / 22 Después de un proceso que duró más de tres años, Gran Bretaña se retira de la Unión Europea. (EFE).
16 / 22 Gran Bretaña y la Unión Europea libraron una lucha encarnizada durante casi cuatro años (con insultos desde uno y otro margen del Canal de la Mancha) sobre las condiciones del divorcio. (AFP).
17 / 22 Revelers wave Union flags, also known as Union Jacks, during the Leave Means Leave celebration at Parliament Square in London, U.K., on Friday, Jan. 31, 2020. After more than three years of bickering and political gridlock the U.K. is scheduled to leave the European Union, ushering in what U.K. Prime Minister Boris Johnson's government is calling a new era of sweeping free-trade deals and investment. Photographer: Luke MacGregor/Bloomberg
18 / 22 Durante el día viernes se izarán banderas en las calles en torno al Parlamento y se iluminarán los edificios con el rojo, azul y blanco de la bandera, pero no habrá fuegos artificiales. (EFE).
19 / 22 La Unión Europea quisiera que pase la noche sin que nadie se dé cuenta. Después de todo, pierde a uno de sus miembros más grandes, una potencia diplomática, militar y económica a la par de Alemania y Francia. (EFE).
20 / 22 El Reino Unido es la primera nación que sale de esta unión política experimental en sus 62 años de historia. Por eso, sus ojos están puestos también en su economía. (EFE).
21 / 22 La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habló de “la agonía de la separación”. “Siempre los amaremos y nunca estaremos lejos”, dijo en la última sesión del Parlamento Europeo con participación británica. (AFP).
22 / 22 Una gran cantidad de postales se venden durante este jueves en Londres. No obstante, el primer ministro británico, Boris Johnson, un promotor enérgico del Brexit, prometió una "salida solemne" que "respetará los sentimientos de todos". (EFE).
Londres [AFP]. El Reino Unido salió oficialmente este viernes de la Unión Europea, un momento histórico durante mucho tiempo incierto y que, con júbilo para unos y tristeza para otros, abre la página de un nuevo futuro en solitario.
Como si fuera una metáfora de lo que algunos consideran 47 años de preponderancia europea, el Brexit entró en vigor en el último segundo del día... en la Europa continental, las 23 horas para los británicos.
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“Esto no es un final sino un comienzo”, dijo el primer ministro Boris Johnson en un mensaje a la nación.
“Sé que podemos convertir esta oportunidad en un éxito impresionante”, agregó el hombre que, poniendo fin a años de crisis política que acabó con la carrera de sus dos predecesores, David Cameron y Theresa May, se apuntó una enorme victoria personal.
Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcó la cuenta atrás hasta el momento en que, por primera vez en su historia, la Unión Europea perdió un miembro y ganó un poderoso competidor a sus puertas.
“Queremos que este sea el comienzo de una nueva era de cooperación cordial”, aseguró Johnson, quien organizó una recepción en su residencia oficial con vino espumoso británico y pequeños bocados de gastromonía puramente inglesa.
En Bruselas, se arrió la bandera británica que ondeaba frente al Consejo Europeo.
Sin embargo, la fecha es sobre todo simbólica porque, durante el periodo de transición previsto hasta finales de diciembre, casi nada cambiará.
Júbilo y lágrimas
Con gritos de júbilo, una marea humana de partidarios del Brexit celebró una gran fiesta frente al Parlamento de Westminster, que durante tres años fue escenario de acalorados debates sobre la cuestión más importante y divisiva en la historia reciente del país.
“Somos una nación soberana, somos británicos y no nos gusta que nos dicten lo que tenemos que hacer”, dijo a la AFP John Moss, de 44 años, director de una empresa de contratación.
Horas antes, cerca de allí, algunas personas habían quemado una bandera europea.
A pocos metros, los detractores del Brexit, entre ellos jóvenes que no votaron en el referéndum de 2016 y ahora ven su futuro truncado, vertieron sus lágrimas.
“Siento pena, tristeza. Es muy, muy terrible que esto esté sucediendo”, dijo Katrina Graham, de 31 años.
Mucho ha llovido desde que el 52% de los británicos votó por abandonar la UE pero, según una encuesta publicada esta semana, solo un 30% de los proeuropeos completó el “duelo” psicológico de esta ruptura. La canción más descargada esta semana en el Reino Unido fue el himno europeo.
El momento se vivió especialmente mal en Escocia, nación semiautónoma que votó muy mayoritariamente contra el Brexit.
“Esta tristeza está llena de ira”, afirmó su primera ministra, Nicola Sturgeon, prometiendo “hacer todo lo posible” para lograr un nuevo referéndum de independencia.
“Para Escocia, la única forma de volver a la UE es recuperar nuestra soberanía”, sentenció Joanna Cherry en una manifestación en Edimburgo.
En Irlanda del Norte, donde se teme que el Brexit desestabilice la frágil paz que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto, los eurófilos levantaron en Belfast una gran pancarta que decía: “Esta isla rechaza el Brexit”.
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47 años de complicada relación
El Reino Unido entró en la Comunidad Económica Europea --antecesora de la UE-- en 1973, tras sufrir dos vetos de Francia, en 1963 y 1967, preocupada porque fuese un “caballo de Troya” de Estados Unidos.
Pero la relación fue siempre complicada: los británicos no adoptaron la moneda única ni la libre circulación de personas, pidieron pagar menos al presupuesto europeo y siempre se opusieron a la integración política.
Pese a todo, el resultado del referéndum sorprendió y muchos lo explicaron como una reacción desesperada de los olvidados por la globalización, que querían así hacer oír su voz.
El Brexit estaba previsto para el 29 de marzo de 2019. Pero la pugna en el Parlamento entre sus partidarios y sus detractores llevó a más de tres años de bloqueo político, roto por fin por Johnson cuando obtuvo una aplastante mayoría en las legislativas de diciembre capitalizando el hartazgo de los británicos con una situación que se eternizaba.
“Espléndido aislamiento”
Retomando un término que definía la política exterior británica en el siglo XIX, cuando se mantenía al margen del continente europeo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió de los riesgos de este “espléndido aislamiento”.
A partir de ahora, Johnson tendrá por delante la difícil misión de negociar tratados comerciales con la UE, pero también con Estados Unidos, su gran baza para reemplazar a su principal socio comercial.
“Ahora podrán hacer las cosas de forma diferente”, afirmó el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, apuntando a los “enormes beneficios” de esta nueva libertad.
Pero las negociaciones no serán fáciles: Washington presionará para que Londres sea más laxo en materia de salud o medioambiental, mientras que Bruselas --temerosa de una competencia desleal-- pedirá que se respeten estándares laborales y ecológicos.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que Europa será “muy firme” en estas negociaciones" y “no aceptará” posibles políticas desleales.
Sin embargo, no lograr un acuerdo comercial a tiempo representaría una “amenaza existencial” para la economía de la vecina Irlanda, advirtió su primer ministro Leo Varadkar.
El Brexit es “una señal de advertencia histórica que debe resonar en cada uno de nuestros países”, consideró el presidente francés, Emmanuel Macron, mientras que para la canciller alemana Angela Merkel marca “una profunda ruptura” para Europa.