En la ciudad de Novara, en el norte de Italia, todos están extremamente atentos a cualquier novedad sobre el coronavirus. Aunque ahí no se han registrado casos confirmados ni rige una cuarentena, sus habitantes han aumentado las medidas de precaución. Después de todo, Italia es el país europeo más afectado por el brote y la situación más crítica se registra precisamente en la zona norte del país.
Entre los residentes de Novara que siguen atentos los noticieros está la peruana Kenia Yaranga. Esta estudiante de Economía de 28 años ha optado por resguardarse en su casa junto a su hijo de 8 años y tratar de mantenerse siempre informada.
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“Todos estamos a la expectativa de qué cosa nos dice el alcalde. Nosotros no estamos en cuarentena, pero sí se están tomando medidas de precaución. Esta semana la mayor parte de la ciudad, los colegios, los centros comerciales, los negocios de ropa, las pequeñas bodegas, casi todo está cerrado. Los supermercados más grandes están abiertos. Mucha gente está entrando en pánico”, dice Kenia en diálogo telefónico con El Comercio.
Novara se ubica en la región de Piamonte a 187 km de Lombardía, la región que es el foco europeo de la epidemia con más de 400 casos confirmados de coronavirus. Entre sus 100 mil habitantes hay una comunidad muy unida de peruanos. “Novara está lleno de peruanos. Somos muchos y nos conocemos casi todos”, afirma Kenia, que llegó a Italia a los 14 años y cuya madre también vive en la misma ciudad.
Kenia cuenta que por estos días el ambiente general es algo extraño y las calles se ven un poco desiertas. Dice que no sale de su casa porque puede permitírselo ya que ahora no está trabajando, sino estudiando y sus clases han sido suspendidas. Sin embargo, su pareja sí acude a trabajar.
“Por lo que puedo ver entre mis vecinos diría que todos están tratando de llevar su vida de forma normal solo que de forma más tranquila, con precaución, pero hay personas que tienen que ir a trabajar. La mayoría ha optado por salir lo menos posible”, comenta.
Circulan noticias falsas
La peruana también señala que existe mucha desinformación en torno al virus y su llegada a su región, lo que contribuye a que se extienda el pánico a la epidemia que ha dejado al menos 17 muertos en Italia.
“Sí hay temor a que llegue el virus. Además circulan tantas noticias falsas. Un día se dice que ya llegó el virus, luego al día siguiente se dice que ya no”, dice Kenia, que comenta que medios serios reportaron este jueves que al parecer hay una familia en Novara que tiene el virus y que se están haciendo los exámenes para dar la confirmación.
Kenia apunta que la confusión también está presente al evaluar las medidas de precaución ante el brote. Ella sigue especialmente las recomendaciones sobre la limpieza y el lavado de manos.
“Yo no uso mascarilla, pero sí he visto a mucha gente que la usa en las calles. Yo he leído que no sirve tanto para protegerse del virus, pero sí para no contagiar al resto en caso de que tú estés mal. No es una garantía de que estarás protegido, pero pienso que la gente no está muy informada o se siente mejor usándolas y, por ejemplo, acá en las farmacias cercanas ya no hay mascarillas ni gel desinfectante para las manos”, afirma.
También lamenta que mucha gente se aproveche del pánico. “Están vendiendo en Internet un chisguete de desinfectante de 80 mililitros a 100 euros”.
“Espero que la situación se calme porque no sé si estamos preparados para afrontar eso. Espero que no haya afectados ni muertes. Da un poco de miedo”, confiesa.