Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe VI de España, ingresó a la pequeña cárcel para mujeres de Brieva para cumplir una pena de cinco años y diez meses de cárcel que le impuso el Tribunal Supremo por un caso de corrupción.
Esta prisión posee un módulo especial para hombres compuesto por cuatro o cinco celdas, una sala con televisión, duchas, un pequeño patio y un despacho que el cuñado del rey Felipe VI ocupará él solo, situación que ha generado críticas.
La representación sindical de Instituciones Penitenciarias señaló que "la opción personal de Iñaki Urdangarin de ingresar en la prisión de Brieva no debería, de conformidad a la legalidad vigente, ser un determinante para Instituciones Penitenciarias a la hora de establecer el centro donde cumplir su condena".
“El que un interno pueda modificar la organización y los servicios existentes en Instituciones Penitenciarias, es una anomalía de carácter democrático que desde Comisiones Obreras rechazamos, porque mientras se incumple la Ley Orgánica General Penitenciaria al no disponer de una celda por interno, como sucede en la inmensa mayoría de las situaciones, parece que se está pretendiendo, bajo confusos planteamientos de seguridad, habilitar todo un módulo para un solo recluso”, agregó.
El módulo en el que cumplirá condena el ex duque de Palma es el mismo en el que permaneció recluido durante diez años (1995-2005) el ex director de la Guardia Civil Luis Roldán también por un caso de corrupción, y desde entonces ha permanecido vacío.
Tras conocerse el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin, la ministra española de Justicia, Dolores Delgado, aseguró que "no se puede sacar una conclusión diferente" a que "los tribunales han funcionado" y que "la ley es igual para todos".
Un mensaje con el que coincidieron los principales partidos políticos españoles, aunque desde la formación de izquierdas Podemos consideran que la posibilidad de elegir cárcel donde cumplir la condena supone un "trato de favor para la Monarquía".
“Lo que no es ni sindical ni moralmente aceptable es que, con unas plantillas que tienen más de 3.400 efectivos sin cubrir, a pesar de estar presupuestadas, con unos déficits que disparan las agresiones al personal penitenciario, entre otras carencias, se malgasten recursos asignando efectivos para el desarrollo de la actividad penitenciaria para un módulo con un solo recluso”, insistió la representación sindical de Instituciones Penitenciarias.
Iñaki Urdangarin fue condenado por la Audiencia de Palma por el desvío de más de seis millones de euros de dinero público entre 2003 y 2006 al Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro que él mismo presidía y que dirigió junto a su socio, Diego Torres, quien también ingresó en otra prisión española para cumplir una pena de cinco años y ocho meses.