Barcelona. En un inusual comunicado conjunto, el presidente del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, y el presidente regional de Cataluña, el independentista Quim Torra, anunciaron que reanudaban un diálogo "efectivo" tendiente a desinflamar la crisis catalana, tras un encuentro en una Barcelona blindada.
Este encuentro, apenas el segundo entre Sánchez y Torra después del primero que sostuvieron en julio, ocurrió la víspera de una reunión del Ejecutivo español en la capital catalana, calificada de "provocación" por activistas independentistas que buscarán entorpecerla con múltiples manifestaciones.
Al término de la reunión de una hora en el Palacio de Pedralbes de la capital catalana, Sánchez y Torra renovaron "su apuesta por un diálogo efectivo que vehicule una propuesta política que cuente con un amplio apoyo en la sociedad catalana", según el comunicado leído por la portavoz del gobierno catalán, Elsa Artadi.
Como señal del compromiso, anunciaron una nueva reunión en enero entre miembros de ambos Ejecutivos, para "ver si podemos ir acercando paso a paso las posiciones", señaló Artadi.
El comunicado conjunto, todo un logro a poco más de un año de la fallida declaración de independencia de Cataluña en octubre del 2017 y a cinco meses de que Sánchez iniciara una política de apaciguamiento hacia los independentistas, hace votos por "avanzar en una respuesta democrática a las demandas de la ciudadanía de Cataluña, en el marco de la seguridad jurídica".
De todas maneras, el texto mostró que las posiciones siguen enfrentadas respecto a la autodeterminación de la región de 7,5 millones de habitantes: con respecto al "conflicto sobre el futuro de Cataluña", ambas partes "mantienen diferencias notables sobre [el] origen, naturaleza o [las] vías de resolución".
- Críticas a la reunión -
En el contexto de la política estatal, los partidos a la derecha de los socialistas de Sánchez, defensores de la mano dura frente a los independentistas catalanes, no tardaron en criticar la reunión.
"Es humillante ver a un Presidente de España agasajando a quien reclama la vía eslovena de confrontación civil en Cataluña", tuiteó Pablo Casado, líder del Partido Popular (conservador), mientras el jefe de la formación de centroderecha Ciudadanos, Albert Rivera, la calificó de "una nueva irresponsabilidad histórica".
Investido en junio presidente del gobierno gracias en parte a los votos de los independentistas catalanes en el Parlamento, Sánchez enarboló desde entonces su política de apaciguamiento de la crisis catalana.
No obstante, el clima se agrió en las últimas semanas.
Los independentistas catalanes, sin quienes Sánchez carece de mayoría parlamentaria, le retiraron el respaldo después de que la fiscalía reclamara entre 7 y 25 años de prisión para sus líderes que deben ser juzgados a principios del 2019 por la fracasada secesión de España.
Y el propio Sánchez, presionado por la derecha y la extrema derecha, que entró por primera vez en Andalucía en un Parlamento regional en España, elevó el tono frente a los separatistas y los acusó basarse en "mentiras" para avanzar su causa.
Como un gesto de buena voluntad, los dos partidos independentistas en el Congreso español votaron este jueves a favor de la senda de déficit del gobierno español, un paso necesario para preparar los presupuestos del Estado.
Pero advirtieron que este "gesto" no significa que apoyarán los presupuestos. Si estos fracasan, Pedro Sánchez se podría ver abocado a convocar elecciones anticipadas.
- Manifestaciones el viernes -
En este clima llegó Sánchez a Barcelona para reunirse con Torra, un encuentro que hasta provocó frases cruzadas por cómo presentarlo: el gobierno catalán lo trató de "minicumbre", como si fuera entre dos Estados diferentes, mientras el gobierno español la asemejó a otras reuniones de Sánchez con presidentes regionales.
Pese al llamado a manifestarse frente a la sede de la reunión, en definitiva apenas medio centenar de personas recibieron la comitiva presidencial al grito de "independencia". Otro centenar de activistas de los grupos ciudadanos de acción directa Comités de Defensa de la República (CDR) cortaron brevemente una avenida cercana al hotel donde Sánchez y Torra asistieron a una cena de la principal patronal catalana, Foment del Treball.
El viernes, el dispositivo de seguridad blindará Barcelona, ante las numerosas manifestaciones convocadas para entorpecer el consejo de ministros extraordinario convocado a las 09H00 GMT, que pretende desbloquear inversiones para infraestructuras en Cataluña entre otras medidas.
La potente asociación independentista ANC llamó a sus militantes a bloquear Barcelona con sus vehículos y los CDR se concentrarán cerca del palacete sesionará el Ejecutivo.
"El 21D seremos ingobernables", reza el Twitter oficial de los CDR junto a una imagen de un retrato en llamas del rey Felipe VI. Por la tarde, habrá una manifestación por el centro de Barcelona.
Fuente: AFP