Javier Limón, el esposo de Teresa Romero, la enfermera española contagiada de ébola, grabó un video en el que pide que su perro no sea sacrificado tras una orden del Gobierno regional de Madrid que tenía como objetivo prevenir que el animal sea un foco de contagio.
(Video: Youtube Su Bcn)
“Soy el marido de Teresa Romero. Estoy en el hospital y hago un llamado a toda la población para que me ayuden a salvar a mi perro Excalibur, al que quieren matar así por las buenas, sin seguir ningún procedimiento”, dice el hombre desde su aislamiento en el Hospital Carlos III de Madrid.
Limón, quien es miembro del Partido Animalista, según el diario ABC, afirmó que muchas asociaciones “están con nosotros” en el pedido de no matar al canino.
Asimismo, un centenar de personas se ha concentrado hoy frente al edificio donde vive la auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébola en apoyo de una campaña en apoyo al animal.
Teresa Romero Ramos, de 44 años de edad, casada y sin hijos, es el primer caso de infección del ébola en Europa y está siendo tratada en el Hospital Carlos III de Madrid, donde presumiblemente se contagió cuando atendía al religioso Manuel García Viejo que murió a consecuencia del virus tras ser repatriado desde Sierra Leona.
El marido de la sanitaria está en observación y el gobierno de la Comunidad de Madrid ordenó hoy sacrificar al perro de la pareja por entender que "supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre", ya que "vivía en estrecho y permanente contacto" con la paciente.
Tras el llamado hecho en las redes sociales por asociaciones de defensa de los animales para salvar al perro, a la protesta han acudido militantes y simpatizantes del Partido Animalista.
"Javi y Teresa, Excalibur no está solo", corearon los concentrados en referencia a los nombres de la auxiliar de enfermería, su marido y la mascota de ambos.
Según los vecinos, el perro seguía a primera hora de la noche en el apartamento de la pareja con comida y agua para varios días.
En la calle agentes de la Policía Local formaron un cordón de seguridad delante del edifico.
Los concentrados piden que se ponga en cuarentena o en aislamiento al perro para comprobar si se ha contagiado del virus antes de proceder a su sacrificio.