Las autoridades francesas llamaron este lunes a la calma y pidieron no sacar conclusiones apresuradas sobre los dos ataques del fin de semana contra peatones y policías al grito de "Alá es el más grande", reseñó la agencia AFP.
En este contexto, la fiscalía indicó, también este lunes, que el conductor del auto que atropelló a trece personas el domingo, sufre de una "patología psiquiátrica grave desde hace tiempo" y descartó que haya llevado a cabo un "acto terrorista".
Por otra parte, el sábado un joven de 20 años había atacado con un cuchillo a tres policías en una comisaria en Joue-les-Tours (centro-oeste), antes de ser abatido por las fuerzas del orden.
En un momento en el cual se teme que se produzcan ataques yihadistas en Francia, tras el eventual retorno de militantes que hayan combatido en Siria y en Iraq, el presidente François Hollande, pidió en el consejo de ministros no ceder "al pánico".
Sin embargo, el mandatario destacó que envió la consigna de mantener una "estrecha vigilancia".
El conductor que atropelló a varias personas en Dijon constaba en los registros policiales por asuntos de delincuencia común en la década de 1990.
El hombre, de 40 años, fue sometido a un procedimiento de interrogación rápida y puesto bajo custodia.
El conductor del auto sufre una "patología psiquiátrica grave desde hace tiempo" y su ataque "no es un acto terrorista", afirmó el lunes la fiscal de Dijon.
Este francés de 40 años, de padre marroquí y madre argelina, estuvo ingresado 157 veces en un hospital psiquiátrico, precisó la fiscal. Dice haber actuado "voluntariamente" y "solo", pensando en el sufrimiento de los niños de Palestina y de Chechenia, puntualizó.
Por su parte, el portavoz del gobierno, Stephane Le Foll, destacó que "no hay relación entre los dos hechos" ocurridos en Joue-les-Tours y en Dijon.
Más tarde este mismo lunes, en Nantes (oeste), once personas resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad, cuando un hombre en una camioneta se lanzó contra un mercado de Navidad en el centro de esa ciudad, anunciaron fuentes policiales.
El propio conductor está gravemente herido, tras asestarse "nueve puñaladas", según una de estas fuentes. "Por el momento, ningún testimonio se refiere a una reivindicación religiosa", precisó.
El ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve, aseguró que se trataba del acto de un "desequilibrado" y la fiscalía descartó "un acto terrorista".