El candidato conservador a la presidencia de Francia, Francois Fillon, prometió el miércoles luchar "hasta el final" pese a la profundización de su escándalo financiero, pero su campaña sufrió nuevos descalabros por la renuncia de un destacado asesor y el fin del apoyo a su candidatura de un partido menor.
El ex primer ministro reveló que los magistrados lo convocaron para el 15 de marzo para ser sometido a investigación formal por acusaciones de que pagó cientos de miles de euros a su esposa con dinero público pese a realizar pocos trabajos en cargos ficticios.
En un desafiante discurso en la sede central de su partido, reiteró que no había cometido irregularidades, se quejó de un sesgo judicial y mediático equivalente a un "asesinato político", y apeló de forma directa al apoyo del pueblo francés.
"No soy el único que está siendo asesinado. Es la elección presidencial", afirmó, flanqueado por altos cargos del partido, tras una mañana de especulaciones acerca de su inminente retiro de la carrera presidencial.
"Me pongo ante el pueblo francés porque es su sufragio, y no un procedimiento sesgado, el que debería decidir quién es el presidente de la República de Francia", comentó. "No me daré por vencido, no me rendiré, no me retiraré, lucharé hasta el final".
--- Altos cargos abandonan a Fillon ---
Decenas de diputados, senadores y alcaldes de centroderecha retiraron su apoyo al candidato conservador a la presidencia de Francia, Francois Fillon, debido a su probable imputación judicial por un caso de malversación de fondos públicos.
Desde que Francois Fillon anunciase ayer de que será imputado por el caso de los supuestos empleos ficticios que concedió a su mujer y dos de sus cinco hijos, las deserciones en su campaña electoral han sido imparables.
Hasta el momento han sido al menos 60 altos cargos públicos que han expresado su oposición a que Fillon se presente a los comicios del 23 de abril y del 7 de mayo.
Algunos de ellos han sugerido al alcalde de Burdeos, el ex primer ministro Alain Juppé, como el mejor sustituto.
La dimisión ayer del responsable de Asuntos Internacionales y Europeos, el ex ministro Bruno Le Maire, desencadenó una cadena de renuncias en varias de las familias políticas que arropaban a Fillon, quien, hasta el pasado enero, era el claro favorito a ser el sustituto del socialista Francois Hollande como presidente de Francia.
Al menos una veintena de cargos leales a Le Maire han abandonado el barco, entre ellos el director adjunto de campaña de Fillon, Sébastien Lecornu.
Al menos otra veintena de cargos próximos a Juppé, quien fue ampliamente batido en las primarias del centroderecha del pasado noviembre por Francois Fillon, siguieron la estela de los cercanos a Le Maire.
Ya se han registrado algunos movimientos de presión organizados, como el de los alcaldes y responsables regionales centroderechistas de 15 ciudades de tamaño pequeño y medio franceses, entre ellas Nancy (norte), Reims (norte) y Saint-Etienne (sureste).
"Nosotros, cargos electos de la derecha y el centro, pedimos solemnemente a Francois Fillon que se retire", reza el lema de estos regidores y responsables regionales, según publicó "L'Opinion".
Otro golpe duro para el candidato conservador ha sido la decisión del partido centrista Unión Demócrata Independiente (UDI), que optó ayer por echarse a un lado y suspender la campaña junto a Fillon.
También abandonaron al menos una decena de diputados próximos al ex presidente francés Nicolas Sarkozy, otro de los contendientes superados por Fillon en las primarias de noviembre.
En todo caso, los afines a Sarkozy solo tomarán un posición oficial el próximo martes.
Incluso dos próximos a Francois Fillon, el senador Marc Laménie y el diputado Gilles Bourdouleix, se han echado a un lado.
Desde Nîmes, en el sur de Francia, un Fillon visiblemente emocionado dio un mitin ante una multitud y aseguró que mantendrá su candidatura, a pesar de "los ataques violentos" que ha sufrido en las últimas semanas.
--- La Policía registra la vivienda del candidato presidencial ---
El domicilio del candidato conservador a la presidencia francesa, Francois Fillon, fue registrado por agentes de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLICIFF).
El registro de su vivienda en el distrito VII de París tuvo lugar a petición de los tres jueces de instrucción designados el 24 de febrero para investigar las sospechas sobre el desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades, reveló el diario "Le Parisien".
Los mercados financieros están siguiendo al detalle la turbulenta campaña electoral francesa, en la que la candidata ultraderechista Marine Le Pen busca lograr el mismo impacto antisistema causado por los británicos cuando votaron el año pasado a favor de abandonar la Unión Europea y por los estadounidenses al elegir presidente a Donald Trump.
La probable imputación del aspirante conservador le ha hecho mella en las encuestas y solo un 25 % de los franceses están a favor de que mantenga su candidatura a las elecciones presidenciales, en las que refuerzan su condición de favoritos la ultraderechista Marine Le Pen y el socioliberal Emmanuel Macron.
Francois Fillon, de 62 años, está en el ojo del huracán desde que la Fiscalía abriese una investigación preliminar a finales de enero por una revelación del semanario "Le Canard Enchainé".
Esta publicación satírica desveló que Francois Fillon había contratado a su esposa Penelope como asistente parlamentaria pagada con dinero público durante varios años, pero que esta no había dejado rastro de su labor.
Fuente: Agencias
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