Madrid (DPA). El papa Francisco expresó hoy su oposición a usar un papamóvil cerrado porque le impide acercarse a la gente: "Yo no puedo saludar a un pueblo y decirle que lo quiero dentro de una lata de sardinas, aunque sea de cristal", dijo en una entrevista publicada hoy por el diario español "La Vanguardia".
El pontífice de la Iglesia católica se defendió por su tendencia a romper los protocolos de seguridad. "Es verdad que algo puede pasarme, pero seamos realistas, a mi edad no tengo mucho que perder" manifestó el argentino, de 77 años.
En la entrevista admite que la "dimensión de párroco" es la que muestra más su vocación, aunque también se siente papa. "Apago la luz para no gastar mucha plata, por ejemplo. Son cosas que tiene un párroco", señaló. Pero "no hay que jugar al papa párroco. Sería inmaduro. Cuando viene un jefe de Estado, tengo que recibirlo con la dignidad y el protocolo que se merece".
Preguntado sobre los cambios que está haciendo en el Vaticano desde que fue elegido papa en marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio aseguró: "No soy ningún iluminado".
"Lo que estoy haciendo es cumplir lo que los cardenales reflexionamos en las Congregaciones Generales, es decir, en las reuniones que, durante el cónclave, manteníamos todos los días para discutir los problemas de la Iglesia. De ahí salen reflexiones y recomendaciones", manifestó.