Un gigantesco depósito de armas ruso -el más grande de todos- en la ciudad tomada de Snizhne, en la región de Donestk, fue interceptado por el sistema de misiles HIMARS -uno de los más sofisticados del mundo- y provocó una catastrófica explosión. Las imágenes comenzaron a circular en redes sociales en la madrugada.
Snizhne se encuentra capturada por soldados rusos desde 2014. En el marco de la campaña del presidente Volodymyr Zelensky por retomar la posesión de territorios -ya sean intervenidos en la reciente guerra comenzada en febrero o años atrás- el ejército ucraniano se encuentra implementando mayores recursos para lograrlo.
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Una de las estrategias que mejores resultados parecería tener son los ataques nocturnos y el video dado a conocer por Twitter es prueba de ello. Según el Ministerio de Defensa ucraniano, las ventajas de operar “en las sombras” recaen en no ser detectado por drones y la baja posibilidad de recibir un contraataque.
Las imágenes de la destrucción de este depósito dan la sensación de que se trataran de decenas de fuegos artificiales estallando al mismo tiempo, pero no, se trata de la devastación de un lugar clave para el reabastecimiento armamentístico de las unidades rusas.
No se trata de la primera operación de este estilo realizada por las tropas locales. Desde iniciado el conflicto bélico el pasado 24 de febrero, uno de sus objetivos fue el de debilitar a las milicias de Vladimir Putin atacando sus bases de reabastecimiento de armas, combustible, comida e incluso sitios de descanso.