Manifestantes violentos protagonizan altercados este jueves en París durante las marchas contra la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron. Foto: AP
Manifestantes violentos protagonizan altercados este jueves en París durante las marchas contra la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron. Foto: AP
Redacción EC

París. Más de 800.000 franceses salieron este jueves a las calles para rechazar la controvertida reforma del sistema de pensiones impulsada por el presidente , en una jornada de huelga masiva en los ferrocarriles, escuelas, hospitales y refinerías que busca poner al gobierno en la cuerda floja.

En total desfilaron 806.000 personas,según el ministerio de Interior francés, mientras que el principal sindicato que convocó la movilización, CGT, aseguró que los manifestantes llegaron a ser 1,5 millones.


Las marchas estuvieron desde el principio marcadas por escaramuzas entre policías y manifestantes en París, con un centenar de detenciones.

Otros incidentes salpicaron las movilizaciones en ciudades como Estrasburgo, Toulouse, Rennes."Pensiones por puntos, trabajo sin fin" rezaba una pancarta en París.

“Esta reforma es simplemente imposible. Además de favorecer al sector privado, este gobierno no hace nada por la gente de a pie”, denunció Sophie, una manifestante.

El detonante de este estallido de indignación popular es una nueva reforma del sistema de pensiones que prepara Macron, una promesa de campaña que tiene como objetivo eliminar los 42 regímenes especiales que existen actualmente y que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales.

En su lugar se instaurará un sistema único, por puntos, en el que todos los trabajadores gozarán de los mismos derechos a la hora de recibir una pensión una vez que se jubilen.

Para el gobierno, se trata de un sistema “más justo y simple”. Pero los sindicatos temen en cambio que el nuevo sistema atrase la jubilación, actualmente de 62 años, y disminuya el nivel de las pensiones.

Macron, que se ha marcado el objetivo de presentar la reforma ante el parlamento a inicios del 2020, dijo el jueves estar “determinado” a llevar a bien su proyecto “escuchando y consultando”.

Su primer ministro, Edouard Philippe, aseguró por su lado que presentará las “grandes líneas” de la reforma a mediados de la semana que viene.

‘¡No hay nadie que nos informe!’

Mientras tanto, Francia funcionaba a medio gas. Alrededor del 90% de los trenes de larga distancia fueron anulados así como un 80% de los trenes de cercanía. Asimismo, la mayoría de líneas del metro y de autobuses de París quedaron paralizados.

Para el viernes las previsiones son de un bloqueo casi total del transporte público en la capital, que se prolongaría hasta el lunes.Para evitar el caos, muchos franceses optaron por trabajar desde sus casas, o ir andando al lugar de trabajo.

El caos y la desinformación reinaban también entre los turistas, muchos de los cuales se vieron sorprendidos al ver cerradas las puertas del metro. “Ayer compramos billetes y hoy no hay nadie que nos informe”, afirmaban Pedro Marques y Ana Sampaio, una pareja de portugueses que pretendían ir a visitar Montmartre.

Protestas paralizan transporte y actividades en la Torre Eiffel

La Torre Eiffel cerró el jueves, los afamados trenes de alta velocidad de estaban parados y los profesores no acudieron a sus puestos de trabajo ante la convocatoria sindical de huelgas y protestas en todo el país contra el plan del gobierno para reformar el sistema de jubilación.

Las autoridades de París bloquearon con barreras el palacio presidencial y movilizaron a 6.000 policías para lo que se espera sea una multitudinaria manifestación en la capital, una muestra de descontento contra el presidente, Emmanuel Macron, por su reforma estrella, que está considerada una amenaza para el estilo de vida francés.

El Museo del Louvre y otros sitios y monumentos advirtieron de molestias por las protestas, y los hoteles de la ciudad intentaban llenar sus habitaciones. La huelga llevó a muchos visitantes, entre ellos el secretario de Energía de Estados Unidos, a cancelar sus planes para viajar a una de las ciudades más turísticas del mundo.

Varios turistas despistados se encontraron con históricas estaciones de tren vacías por la cancelación de alrededor de 9 de cada 10 trayectos de alta velocidad. En el aeropuerto de París Orly, los carteles mostraban avisos de cancelación y la autoridad de aviación civil reportó que el 20% de los vuelos se quedaron en tierra.


Las protestas buscan ir contra los planes del presidente Emmanuel Macron para reformar el sistema de jubilación, que muchos franceses consideran un símbolo intocable de su estilo de vida. (AFP)
Las protestas buscan ir contra los planes del presidente Emmanuel Macron para reformar el sistema de jubilación, que muchos franceses consideran un símbolo intocable de su estilo de vida. (AFP)
/ ADRIAN DENNIS

Algunos viajeros mostraron su apoyo a los trabajadores en huelga, pero otros se quejaron por verse inmersos en una lucha que les era ajena.

"Llegué al aeropuerto esta mañana y no tenía ni idea de la huelga. Estuve esperando dos horas en el aeropuerto a que llegara un tren, pero no llegó”, señaló Ian Crossen, un turista de Nueva York. "Me siento un poco frustrado. Y he gastado mucho dinero. Aparentemente, gasté más dinero del necesario”.

Se calcula que el transporte sea el más afectado por las huelgas, ya que se cancelaron servicios de aviones, trenes y autobuses, y gran parte del sistema del metro parisino dejó de operar. (AP)
Se calcula que el transporte sea el más afectado por las huelgas, ya que se cancelaron servicios de aviones, trenes y autobuses, y gran parte del sistema del metro parisino dejó de operar. (AP)
/ Daniel Cole

Las estaciones de metro de la capital estaban cerradas, lo que complicó el tránsito y llevó a muchos a echar mano de bicicletas de alquiler o de motos eléctricas.

Muchos trabajadores de la región de París cumplieron con su jornada laboral desde casa o se tomaron el día libre para cuidar a sus hijos dado que el 78% de los maestros de la ciudad secundaron el paro.

Anticipándose a posibles incidentes violentos y daños en la ruta de la manifestación que recorrerá París, la policía ordenó el cierre de tiendas, cafeterías y restaurantes del trayecto. Las autoridades prohibieron además las protestas en la avenida de los Campos Elíseos, en las inmediaciones del palacio del Elíseo, del parlamento y de la catedral de Notre Dame.

Activistas del movimiento de los chalecos amarillos tienen previsto unirse a los sindicatos tanto en París como en otras ciudades del país, presionando en su campaña para una mayor justicia económica.

La gran pregunta es cuánto durará la huelga. La ministra de Transporte, Elisabeth Borne, señaló que espera que los problemas en el transporte sean igual de graves el viernes.

Los sindicatos dicen que su paro es indefinido y esperan mantener el impulso del movimiento al menos una semana para forzar al gobierno a hacer concesiones.Los trabajadores del sector público temen que la reforma de Macron les obligue a trabajar por más años y reduzca sus pensiones.

Y consideran que esta lucha es crucial para salvar la seguridad social francesa.

“Las cinco semanas de vacaciones, el sistema de salud estatal (...) obtuvimos todo eso a través de la lucha social de personas que se sacrificaron financieramente para que tuviéramos esto”, dijo el empleado ferroviario Gilles Pierre, que participó en la marcha del jueves.

Para Macron, la reforma de la ley de jubilación es clave en su plan para transformar el país y hacerlo competitivo a nivel mundial en el siglo XXI.

Fuente: AP y EFE

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