Los premios César, la versión francesa de los premios Oscar, excluirán a todo actor, director o realizador cinematográfico que enfrente una posible sentencia de prisión por agresión sexual de su ceremonia de 2023.
La Academia de cine francesa -que entrega los premios- afirmó que tomaba la medida por respeto a las posibles víctimas.
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La medida implica que el actor galo Sofiane Bennacer no podrá optar a ningún galardón ni será invitado a la gala, que se celebra el próximo mes. Bennacer está bajo investigación por acusaciones de violación, unos señalamientos que él rechaza.
Se temía que la asistencia de Bennacer al evento pudiera desatar protestas.
Tomando medidas
Las decisión se produce tras la polémica que en 2020 se produjo cuando Roman Polanski, requerido por Estados Unidos por violación de menores, ganó el premio al mejor director.
La Academia francesa excluyó a Bennacer de la lista de nominaciones en noviembre y dijo que estaba considerando cambiar las reglas sobre las candidaturas.
La institución ha anunciado que cualquier persona que esté siendo investigada por delitos violentos punibles con prisión, especialmente los de naturaleza sexual, no podrá asistir a la ceremonia de este año el 25 de febrero.
La regla también se aplicará a los que hayan sido condenados judicialmente por tales crímenes.
La Academia votará próximamente si el cambio en los criterios de elegibilidad se aplicará de manera permanente.
"Por respeto a las víctimas se ha decidido no destacar a las personas que puedan haber sido implicadas por el Poder Judicial en hechos de violencia", dijo la organización en un comunicado, señalando que toman en consideración a las "presuntas" víctimas de los casos que están bajo investigación.
Juicio mediático
Bennacer, de 25 años, había sido nominado por su papel en la cinta Les Amandiers, titulada Forever Young en el extranjero, antes de que la policía iniciara una investigación sobre las denuncias de violación y agresión sexual.
El intérprete ha negado las acusaciones. Por su parte, la directora de la película, Valeria Bruni-Tedeschi, salió en defensa del actor, asegurando está siendo víctima de un "linchamiento mediático".
La hermana de la realizadora, la ex primera dama francesa Carla Bruni, también se ha sumado a la controversia y ha dicho que el trato al actor ha socavado la presunción de inocencia.
Las acusaciones de violencia sexual en la industria cinematográfica gala han puesto a la Academia en serios aprietos.
En 2020 toda su junta renunció después de que Polanski fuera nominado a mejor director. Cuando ganó, hubo una protesta significativa, con varias actrices saliendo de la ceremonia.
Polanski es requerido en EE.UU. por la violación de una niña de 13 años desde la década de 1970. El director admitió que tuvo relaciones sexuales ilegales con un menor en 1977 y estuvo seis semanas en prisión, pero luego huyó del país por temor a que se desechara un acuerdo de culpabilidad.
En 2019, la exmodelo Valentine Monnier lo acusó de violarla en 1975. Un abogado de Polanski declaró en su momento que su cliente refutó la acusación “en los términos más enérgicos”.