Leicester. Un cortejo con los restos del inglés rey Ricardo III fue recibido el domingo por miles de personas en la ciudad de Leicester después de un último viaje hasta un campo de batalla cercano donde fue asesinado hace 530 años.
Descubiertos debajo de un estacionamiento en el 2012, los restos de Ricardo serán enterrados el jueves con pompa real en la catedral de Leicester en una ceremonia liderada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el líder espiritual de la Iglesia Anglicana, y miembros de la familia real.
Ondeando banderas caseras y con rosas blancas en sus manos -el símbolo de la casa de York de Ricardo, muchas personas se formaron en las calles de Leicester, determinados a ver al primer rey en la historia británica en ser exhumado y vuelto a sepultar.
Ricardo murió en el campo Bosworth en 1485. Fue el último rey inglés caído en batalla y su muerte marcó el fin de la Guerra de las Rosas y el comienzo de la dinastía Tudor. Su nuevo entierro ha generado controversia.
Los argumentos tanto a favor de que fuera enterrado en su hogar ancestral, en York, como en Leicester, aumentaron desde que sus restos fueron exhumados. La discusión acabó en una batalla judicial entre la Alianza Plantagenet -un grupo que incluye a los descendientes lejanos de Ricardo- y la universidad y consejo de Leicester, que ganaron la pulseada legal.
(Foto: AFP)
El viaje final del rey terminó la noche del domingo con un servicio en la Catedral de Leicester, oficiado por el representante más importante de la Iglesia Católica Apostólica Romana, el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster.
El lunes, el cardenal encabezará una misa en honor a Ricardo en la iglesia de la Santa Cruz en la ciudad. La gente podrá ver el ataúd durante los próximos días antes de que los restos sean sepultados el jueves en la catedral.
Fuente: Reuters