El amor por el fútbol que mandó a Evo Morales a rehabilitación
El amor por el fútbol que mandó a Evo Morales a rehabilitación

Le pasó a Raúl, al Cholo Simeone, a Ronaldo (el original), Martín Palermo, Xavi Hernández, Falcao y ahora lo sufre .

El presidente de Bolivia fue diagnosticado con la pesadilla de todo futbolista: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla.

Fue operado la anterior semana y desde este lunes inicia un largo proceso de rehabilitación que lo obligará a usar muletas durante cuatro semanas y a someterse a un largo período de fisioterapia de más de ocho meses.

Pero esto no es lo peor para Morales. Según el diagnóstico de los médicos bolivianos que lo atendieron, no podrá jugar fútbol por lo menos en un año.

A pesar del panorama oscuro, Evo no tiene dudas de que más temprano que tarde estará marcando goles en alguna de las muchas canchas que inauguró en Bolivia en los más de 10 años que lleva como mandatario.

"Por ahora estoy concentrado en recuperarme rápidamente. Pronto estaremos jugando, eso es verdad, para mí el deporte sigue siendo la mejor diversión", dijo un optimista Morales el domingo, minutos antes de abandonar la clínica privada en la que fue atendido.

Aquella declaración suena más a la de un futbolista profesional que a la de un presidente de Estado, pero hay que considerar que para Morales el fútbol es una parte muy importante de su historia personal.

Tal vez sea por eso que, a las puertas de cumplir 57 años, confiese que no ve la hora de marcar su próximo gol.

Uno igual a aquellos que marcaba en el Chapare de los 80, el selvático territorio de los cocaleros bolivianos donde él emprendió su camino a la presidencia…

— Dirigente —

Morales lleva décadas proclamándose como un hombre de izquierda, pero en la cancha no puede disimular que patea con la derecha.

Los fuertes remates disparados por su pierna diestra son los que lo colocaron en el camino de la dirigencia sindical y la política.

Expulsado a los 22 años por el seco y frío Altiplano, Evo logró un campito en el trópico de Cochabamba (centro de Bolivia) para cultivar coca junto a otros miles de desplazados pobres.

Desde luego que en ese entonces nadie le llamaba "excelencia" o "señor presidente". Los cocaleros lo bautizaron como el "joven pelotero".

Su entusiasmo para organizar los campeonatos entre sindicatos cocaleros hizo que en 1983, con 24 años, alcanzara el primer cargo de su vida: secretario de deportes.

No es secreto en Bolivia y otros países de América Latina que una gran manera de ganarse la confianza de la gente es con un balón de fútbol y una caja de cervezas.

Morales lo entendía muy bien y le funcionó muy bien.

— Presidente —

Después de más de dos décadas de resistencia cocalera, bloqueos de caminos, huelgas de hambre, marchas desde el Chapare hasta La Paz y miles de partidos de fútbol, Evo Morales se convirtió en presidente de Bolivia en 2006.

Pero, ¿dejó de jugar al fútbol? Claro que no.

De hecho, la investidura presidencial le permitió a Morales jugar junto a estrellas del fútbol como Cafú, el Pibe Valderrama, Oscar Ruggeri, Ariel Ortega, Fernando Hierro, Faustino Asprilla y el Diablo Etcheverry.

Morales puede contar con orgullo que una tarde le metió un gol al legendario arquero argentino Ubaldo Matildo Fillol y que su equipo le ganó a un combinado capitaneado nada menos que por el histórico Diego Maradona.

Evo Morales sigue de cerca al ex jugador y actual director técnico de la selección de Bolivia, Julio César Baldivieso, en un amistoso jugado en marzo. (Foto: Reuters)
 

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El mandatario boliviano vistió con ponchos andinos a Ronaldinho y Lionel Messi en sus respectivas visitas a La Paz.

El brasileño agradeció el gesto con su sonrisa característica, mientras que el argentino se lo sacó a los pocos segundos y volvió a su vestuario sin hacer gesto alguno.

Evo llevó sus diferencias ideológicas al terreno de juego y se enfrentó con mandatarios como el chileno Sebastián Piñera, el colombiano Juan Manuel Santos y el argentino Mauricio Macri.

Compartió equipo con estrellas de cine como Sean Penn.

Jugó contra el actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Se puede seguir, pero la lista es demasiado larga.

— ¿Futbolista? —

Evo Morales contó más de una vez que su sueño en la niñez era llegar a ser futbolista profesional.

No lo logró en la juventud, pero estuvo a muy poco hace un par de años.

El presidente boliviano no podrá jugar al fútbol al menos por un año. (Foto: Reuters)
 

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En 2014, el club Sport Boys de Santa Cruz lo inscribió oficialmente como su refuerzo estrella para el torneo clausura de la primera división de Bolivia.

Aunque sonaba a broma o a excentricidad, los cocineros presidenciales ya tenían lista la dieta con la que el mandatario se pondría a punto para su debut en primera.

Evo, además, ya hacía su propia "pretemporada" en las madrugadas en la residencia presidencial de La Paz.

Finalmente la idea se abortó, no sin dejar una ola de críticas a su paso.
Críticas que se repiten cada vez que la televisión estatal de Bolivia transmite a nivel nacional los partidos que juega Evo en varias ciudades de ese país.

O reproches como los de la anterior semana, cuando Morales viajó desde La Paz hasta Los Ángeles para reunirse apenas unos minutos con el presidente de la FIFA en la inauguración de la Copa América Centenario.

¿El motivo de viaje tan largo? Evo Morales, tal vez el más futbolero de los presidentes en ejercicio, quiere que en los próximos años Bolivia sea sede de un mundial juvenil.

Los que lo conocen saben que uno de los eventos favoritos del presidente boliviano son los juegos estudiantiles que se realizan en su querido Chapare, donde todo comenzó para él.

Ahora quiere un poco más: un evento global de la FIFA en Bolivia.

¿Será ese el gol con el que quiere cerrar su carrera?

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