Unas 200 personas marcharon este domingo hacia el estadio Nacional Mané Garricha de Brasilia, horas antes de que Suiza y Ecuador jugarán su primera encuentro en la Copa.
Con pitos, tambores y pateando pelotas, los manifestantes se movilizaron pacíficamente anunciando que el torneo que se realiza en Brasil es el de la 'Copa de las Manifestaciones'.
A diferencia de las protestas violentas registradas en Sao Paulo y Río de Janeiro, los brasilienses únicamente caminaron y reclamaron con gritos y mostrando carteles, por la desmedida inversión de los fondos públicos en la organización del Mundial.
"No estamos contra el fútbol, pero sí queremos dejar constancia de que nos oponemos a los 11.000 millones de dólares de dinero público gastado en los estadios" y la organización de la Copa en Brasil, dijo a la agencia AFP, un integrante del sindicato nacional de trabajadores de la educación.
"¡A la Copa yo renuncio, quiero más dinero para salud y educación!", gritaban los manifestantes, quienes lograron acercarse a un kilómetro del estadio. La barrera humana que los esperaba después, conformada por policías con rifles de balas de goma y bombas lacrimógenas, no los dejó continuar.
"Dilma, escucha, en la Copa habrá lucha", coreaban los manifestantes mientras mostraban carteles con mensajes a favor de la huelga de profesores en todo el país. Los docentes, al igual que la policía, los operarios del metro, y médicos, piden aumentos y mejoras para el sector. "Disculpen la falta de educación", decía otra pancarta.
Esta es la sexta protesta desde el inicio del Mundial en Sao Paulo. Las manifestaciones en contra de la desmedida inversión en la organización de la Copa no han dejado de registrarse. En efecto, en Río de Janeiro, donde a las 5:00 p.m., jugará Argentina y Bosnia Herzegovina, se han anunciado dos movilizaciones, han reportado los medios locales.