Chapecoense, el equipo brasileño que viajaba a bordo de un avión que se estrelló el lunes en  se estaba ganando el respeto y apoyo de país a pesar de ser un equipo modesto con una corta historia.

El Chapecoense, fundado en 1973, se preparaba para jugar la final de la Copa Sudamérica, el segundo mayor torneo de clubes de Sudamérica tras la Copa Libertadores. El equipo volaba a Medellín para medirse al Atlético Nacional en el partido de ida de la final el miércoles.

Entre los 81 pasajeros del avión chárter que se estrelló en su trayecto hacia el aeropuerto internacional de Medellín había miembros de la plantilla del equipo. La policía colombiana dijo que seis personas sobrevivieron al siniestro y las 75 restantes fallecieron.

El club subió a la primera división brasileña en 2014 y ocupa la novena posición en la liga a falta de una jornada para que finalice la temporada. En su camino a la final de la Sudamericana, el Chape eliminó a equipos de renombre como los argentinos San Lorenzo e Independiente.

Sus delanteros Bruno Rangel y Kempes, ambos de 34 años, están entre los máximos goleadores de la liga brasileña, con 10 y nueve tantos, respectivamente. Uno de los jugadores de mayor nivel de la plantilla es el centrocampista Cleber Santana, de 35 años, que jugó en el Atlético de Madrid entre 2007 y 2010. Otro de los líderes del equipo es el defensa Helio Hermito Zampier Neto, Net.

Entre los pasajeros del vuelo estaba Mario Sergio Pontes de Paiva, un exfutbolista que trabajaba como comentarista para la televisora Fox Sports.

Conocido como Mario Sergio, jugó brevemente con la selección nacional de Brasil a principios de la década de 1980 y tuvo una larga carrera como centrocampista y entrenador en clubes del país. Sus últimos trabajos como técnico fueron en los brasileños Internacional en 2009 y Ceara en 2010.

Tras la noticia del siniestro, la Confederación Brasileña de Fútbol suspendió la final de la Copa de Brasil entre el Gremio y el Atlético Mineiro, prevista para el miércoles. Todavía no se ha fijado la nueva fecha.

El equipo tiene su sede en Chapeco, una cuidad de unos 200.000 habitantes conocida por su industria cárnica y que está a unos 1.300 kilómetros (800 millas) al sur de Rio de Janeiro.

El Chapecoense, que no tiene jugadores en las selecciones absoluta o sub-20 de Brasil, juega sus partidos en casa en el Arena Conda, con capacidad para 22.000 personas. Debido al pequeño tamaño de la cancha, el partido de vuelta de la final de la Copa Sudamericana tuvo que trasladarse al Couto Pereira, un estadio con 40.000 asientos en Curitiba, una ciudad a 480 kilómetros (300 millas) al norte de Chapeco.

Un grupo de aficionados rivales, sin embargo, quedó tan sorprendido con la impresionante foja del Chape en la Sudamericana que comenzó una campaña en medios sociales para trasladar el encuentro al icónico estadio de Maracaná, en Río de Janeiro.

La temporada 2016 es la mejor en la historia de equipo, con 52 puntos en 37 juegos. El pasado domingo, cayó en la cancha del Palmeiras por 1-0, un resultado que le valió el título de liga a los locales.

El Chape tenía que recibir al Atlético Mineiro, cuarto clasificado, en el Arena Conda el domingo y después medirse al Atlético Nacional en la vuelta de la final el martes.

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