En medio de una intensa ola de calor, la zona central de Chile ha sido afectada por una serie de incendios forestales.
Los focos de incendio se han extendido a las regiones de Valparaíso, Metropolitana, Libertador Bernardo O'Higgins y Maule, poniendo en riesgo la salud y la vida de las personas que viven en las zonas más cercanas.
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Debido a una densa capa de humo con la que amaneció la Región Metropolitana, donde se encuentra Santiago, la capital del país, las autoridades decretaron este viernes una "alerta por riesgo sanitario", como una medida de prevención para resguardar la salud de las personas.
Recomendaron evitar la exposición directa al humo y suspendieron las actividades físicas en los colegios y parcialmente las clases en algunos centros educativos.
La zona central del país ha registrado una ola de calor con temperaturas récord y escasa humedad, generando las condiciones para que las llamas se extiendan más rápidamente.
Las altas temperaturas registradas en los últimos días -que han llegado a los 37 grados Celsius en la capital y hasta 40 grados en zonas rurales- han dificultado los intentos por controlar los incendios, mientras equipos de emergencia trabajan intensamente para tratar de apagar los focos actuales y evitar que se activen nuevos.
El gobierno solicitó a la población de riesgo (niños, adultos mayores y personas con problemas cardíacos y respiratorios) evitar exponerse al humo y utilizar mascarilla.
También pidió a los habitantes que no realicen actividades físicas en lugares públicos y que eviten traslados, salvo que sean estrictamente necesarios.
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La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) del Ministerio del Interior de Chile y la Corporación Nacional Forestal (Conaf) están monitoreando 16 focos activos de incendio en distintas regiones del país.
Debido al rápido avance de las llamas, en algunos sectores se ha realizado una evacuación preventiva de la población y se han interrumpido algunas rutas para facilitar el acceso de los vehículos de emergencia.
Estimaciones oficiales señalan que hasta ahora el fuego ha consumido cerca de 7.000 hectáreas de bosque y ha dejado decenas de hogares evacuados.
En las zonas costeras, las llamas se combinan con fuertes vientos que aumentan la peligrosidad de los incendios y aceleran su propagación.
En los últimos cinco años, se calcula que cerca de 20.000 hectáreas han sido afectadas cada año por incendios forestales en el país.
Santiago amaneció este viernes con una densa capa de humo que representa un riesgo para la salud, especialmente para las personas con dificultades respiratorias.
En las redes sociales, la gente compartió activamente fotografías y videos de lo que está sucediendo en el país sudamericano.
Situación en Argentina
En paralelo, otra ola de incendios afecta a ocho provincias en el norte de Argentina.
Según las autoridades del país, este viernes permanecían activos 16 focos que presentaban grandes dificultades para ser controlados.
Los fuegos más importantes se registraron esta semana en los alrededores del delta del río Paraná, un área ubicada entre las provincias orientales de Santa Fé y Entre Ríos que, en los últimos años, ha sido escenario de múltiples incendios.
Las autoridades señalan que los incendios se deben a unas condiciones extremas de sequía, aunque también han afirmado que ha influido la quema deliberada de pastizales.