El presidente de Chile Gabriel Boric recibió este lunes un proyecto de constitución elaborado en medio de una crisis política que será plebiscitado en setiembre. “Tenemos que sentirnos orgullosos que en el momento de crisis más profunda (...) que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos”, dijo Boric tras recibir el texto rectado por una Convención Nacional Constituyente. El mandatario firmó inmediatamente un decreto que convoca a plebiscitarlo con voto obligatorio el 4 de septiembre.
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El mandatario firmó inmediatamente un decreto que convoca a un plebiscito con voto obligatorio el 4 de septiembre y que consultará a más de 15 millones de electores si “Aprueba” o “Rechaza” la nueva carta fundamental.
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“Los invito a que debatamos intensamente sobre los alcances del texto, mas no sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastrofistas ajenas a la realidad”, dijo Boric, aludiendo a una intensa y agresiva campaña de desinformación en redes sociales.
La redacción del texto constitucional fue la salida política que encontró Chile para apaciguar las violentas protestas que estallaron el 18 de octubre de 2019 en reclamo de mayor justicia social en un país muy desigual.
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En un acuerdo entre el entonces gobierno conservador de Sebastián Piñera y la mayoría de los partidos políticos -a excepción del Partido Comunista- se convocó a un primer referéndum que tuvo lugar en octubre 2020 para decidir sobre la pertinencia de redactar o no una nueva Constitución.
Luego, en mayo de 2021 se eligieron los integrantes de la Convención Constitucional, que se instaló el 4 de julio.
Gran parte de los convencionales de derecha -que fueron minoría- calificaron al proceso constitucional de “fracaso” y “oportunidad perdida”, por lo cual harán campaña para rechazar la reforma de la Constitución de 1980, escrita por un puñado de hombres a puerta cerrada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Proceso entre desinformación
Hasta la fecha se ha visto en redes sociales y medios “mucha desinformación sobre lo que es la Constitución y por lo tanto lo que se requiere es explicar el texto”, indicó a la AFP el politólogo y académico de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes sobre el periodo “electoralista” que se abre de cara al plebiscito.
Aunque la campaña oficial por las opciones “Rechazo” y “Apruebo” empieza el 6 de julio, en redes sociales e incluso en las calles de las ciudades del país ya se desplegaron afiches que coinciden en prometer esperanza o asegurar la “autodestrucción” del país, en nombre de la eventual victoria de cualquiera alternativa.
“Seguramente va a ser una campaña muy polarizada y un poco más centrada en los contenidos”, sostiene Fuentes.
El escritor y convencional independiente, Patricio Fernández, aseguró a la AFP que como proceso “no fue lo sencillo y amistoso que muchos hubiéramos querido y soñado”, debido a las tensiones, pero sigue convencido que con su aprobación continúa un proceso social “en construcción” necesario en Chile.
Contigo o sin ti, Pinochet
La redacción del texto constitucional fue la salida política que encontró Chile para apaciguar las violentas protestas que estallaron el 18 de octubre de 2019 en reclamo de mayor justicia social en un país muy desigual.
En un acuerdo entre el gobierno conservador de Sebastián Piñera y la mayoría de los partidos políticos -a excepción del Partido Comunista-, se convocó a un primer referéndum en octubre 2020 para redactar o no una Constitución.
“Votar Rechazo es lo mismo que votar por Augusto Pinochet”, dice un mensaje atribuido en Twitter a la actriz Anastasia Benavente, que hace eco de una opinión bastante generalizada entre sectores de izquierda.
Tras más de 40 años de un modelo económico hiper liberal, en 2019 hubo apoyo transversal a buscar un modelo que garantizara un estado de bienestar con derecho a la educación, la salud y pensiones más dignas, algo que la propuesta de nueva carta magna incluye.
Pero también amplió su trabajo al fijar nuevas normas para los pueblos indígenas o temas medioambientales, que repudiaron sectores de derecha.
El reconocimiento en el texto de la existencia de varios pueblos dentro de la nación chilena, que otorga cierta autonomía a las instituciones indígenas, particularmente en materia de justicia, dejó al descubierto una fractura histórica.
Los líderes de opinión contrarios a la propuesta del texto han tenido gran presencia en los principales medios nacionales, sumado a una agresiva campaña de desinformación.
“Hasta el momento todas las encuestas muestran que no hay más allá de un 45-46% de apoyo al Rechazo, que es lo que históricamente ha obtenido la derecha en Chile en términos de votación, por lo tanto la pregunta va a ser si es capaz de sumar votos de moderados a esa campaña”, apunta el politólogo Fuentes.
El presidente Boric no ha escondido su apoyo al proyecto de Constitución, por considerar que la actual, aprobada en un régimen militar, representaba un “obstáculo” para cualquier reforma social de fondo.
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