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Bogotá. Cinco militares murieron, siete sufrieron heridas y uno fue declarado desaparecido en un ataque cometido hoy por las FARC en el suroeste de Colombia, informaron autoridades locales, a escasas horas de que entre en vigor una tregua unilateral indefinida declarada por la guerrilla.
El ataque ocurrió en la madrugada en un sector rural del municipio de Santander de Quilichao, a 320 kilómetros al suroeste de Bogotá, en el departamento de Cauca.
Los militares realizaban patrullajes en esa zona cerca de un sector donde también en la madrugada presuntos miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) activaron una bomba con 80 kilos de explosivos en la Carretera Panamericana, que comunica a las ciudades de Cali y Popayán.
La carretera estuvo cerrada por varias horas, debido a un cráter que dejó la bomba, según autoridades del municipio de Caldono, donde ocurrió ese atentado.
El secretario de Gobierno de Cauca, Marildo Correa, dijo que cinco integrantes del Ejército murieron en el ataque, según información entregada por militares a autoridades civiles.
"La información que tenemos inicialmente es que se ha presentado una emboscada y que en ocasión de eso perdieron la vida cinco soldados", dijo el funcionario a la estación Blu Radio.
PERSECUCIONES DE NUNCA ACABAR
El Ejército reportó que tropas militares fueron enviadas en persecución de los guerrilleros, lo que ha derivado en combates.
El secretario de Gobierno de Santander de Quilichao, Alberto Ospina, dijo que los militares heridos fueron trasladados a hospitales de Cali y Popayán, capitales de los departamentos de Valle del Cauca y Cauca, respectivamente.
Según el diario "El País" de Cali, los combates desataron el pánico en indígenas que viven en el poblado de Canoas, en las afueras de Santander de Quilichao, aunque no hay reportes de muertos o heridos entre los civiles.
Por otra parte, la cadena de radio RCN informó de la muerte de tres policías en un ataque a balazos en el municipio de Toledo, 350 kilómetros al noreste de Bogotá, en el departamento de Norte de Santander.
Posteriormente, tres agentes resultaron heridos en un ataque contra una estación de la policía en el municipio de Convención, también en Norte de Santander.
En el caso de los dos ataques en esa provincia, fronteriza con Venezuela, se desconoce si los autores son miembros de lasFARC o del también guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las FARC anunciaron el miércoles pasado en Cuba, al culminar el último ciclo de negociaciones de este año en el proceso de paz con el gobierno colombiano, que a partir de mañana iniciarán una tregua unilateral indefinida.
El jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, lamentó la muerte de los uniformados y dijo que el proceso de paz lo que busca es que hechos similares no vuelvan a ocurrir.
"En el día de hoy tenemos que lamentar la muerte de varios uniformados por acciones de la guerrilla. Al enviar nuestro mensaje de condolencia a sus familiares y a los miembros de las Fuerzas Armadas, tenemos que reiterar que el propósito de las conversaciones es que esto no se repita", dijo De la Calle.
"La razón de ser de la mesa de conversaciones es el fin de la guerra. Como ha dicho el presidente (Juan Manuel) Santos, el corazón del proceso son las víctimas. Las que ya han sufrido pero también las que tenemos el deber moral de evitar", añadió.
RUMBO A LA PAZ
El grupo guerrillero, que negocia desde hace dos años con el gobierno un acuerdo de paz, dijo que la tregua debe ser verificada por organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Santos dijo que aunque el anuncio "va en la dirección correcta", su gobierno no acepta la verificación internacional porque no se trata de una tregua bilateral y la fuerza pública seguirá con sus operaciones.
El jefe de Estado ha insistido durante todo el proceso de paz que una instancia de tregua bilateral solamente se presentará en la fase final de la firma de acuerdos, pues hacerlo antes sería darle un respiro militar a la guerrilla.
Fuente: Agencias
