Cristina Fernández, ex presidenta de Argentina. (Foto: AFP)
Cristina Fernández, ex presidenta de Argentina. (Foto: AFP)
Redacción EC

La ex presidenta de , anunció este sábado su candidatura al Senado por la provincia de Buenos Aires bajo su recién formada alianza Unidad Ciudadana, en lo que significa su primera competencia política como opositora.


Fernández, combativa militante peronista de izquierda en la década de los años 70, despierta pasiones encontradas, a favor y en contra, pero está omnipresente desde que dejó la presidencia de Argentina.

Casi 40.000 partidarios la aclamaron esta semana en un estadio de fútbol cuando presentó su nuevo frente Unidad Ciudadana (UC, peronistas y centroizquierdistas) para enfrentar al macrismo (derecha) en la estratégica provincia de Buenos Aires, que contiene casi 40% del padrón nacional para los comicios para renovar bancas de diputados y senadores el 22 de octubre.

Sin embargo, había febriles negociaciones contrarreloj este fin de semana entre Fernández y su ex ministro de Transporte e Interior Florencio Randazzo, quien se diferenció de ella con posturas centristas.

"Voy a cumplir con mi palabra", escribió Randazzo el sábado en su cuenta de una red social. Luego presentó candidatura a senador por el Partido Justicialista (PJ, peronista) tras haber prometido su rechazo a la UC de la ex presidenta.

La ruptura favorece al macrismo, que presenta en la provincia bonaerense como candidato a senador al ministro de Educación Esteban Bullrich, un político liberal y promercado que se negó a negociar un aumento de salarios con los docentes.

Cristina Fernández fue senadora entre 2001 y 2007. Entre 2003 y 2007 gobernó su marido, Néstor Kirchner (fallecido en 2010). Luego lo hizo ella en dos períodos hasta 2015. En 2011, fue reelegida con el 54% de los sufragios.

—La batalla electoral—
La imagen del derechista Macri, de 58 años, cayó 20 puntos desde que asumió con un 65% hace 18 meses, pero aún cuenta con un electorado fiel que rechaza a Cristina Fernández de Kirchner, cuya fuerza radica en los distritos obreros y de clase media baja que rodean a la capital argentina.

El Congreso está controlado por el peronismo, pero el movimiento se divide en corrientes que van desde la derecha, que votan las leyes del macrismo, a la centroizquierda, que está debilitada.

El desafío de Macri será conservar su condición de segunda fuerza parlamentaria y ampliar sus bancadas con aliados centristas.

Su mayor obstáculo es que la economía sigue estancada, con caída del consumo, las exportaciones y la producción industrial, salvo la de cemento, mientras que el déficit fiscal aumenta tanto como el multimilllonario endeudamiento para financiarlo y no cesan los despidos con cierre de fábricas y comercios.

Los estandartes de la campaña en la estratégica provincia de Buenos Aires serán Macri y la gobernadora, María Eugenia Vidal, cuya imagen positiva es aún mayor que la del presidente.

"La llave para sobrevivir a la elección en el oficialismo la tiene Vidal. Es la dirigente con mejor imagen e imagino una campaña muy pegada a su gestión", dijo a la AFP el sociólogo Luis Costa, director de la consultora Quiddity.

Tampoco está claro lo que hará el diputado Sergio Massa, ex candidato presidencial de centroderecha, que mira de reojo lo que sucede con cristina Fernández antes de definir si será o no candidato a senador.

Una nota llamativa de las próximas elecciones será la candidatura del ex presidente (1989-99) y senador peronista de derecha Carlos Menem, que a los 86 años y con una condena de prisión en su contra pretende seguir ocupando una banca en la Cámara Alta.

Fuente: Agencias

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