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Olvida el Egipto que describe la Biblia. Este año que termina, el país de las 10 plagas fue latinoamericano. Brasil enfrentó en el 2015 una serie de desgracias que difícilmente caen sobre una misma nación en solo 12 meses. Y algunas causaron muerte y destrucción, como dice el Libro del Exodo.
De hecho, hay más coincidencias.
El año comenzó con la mayor sequía en el sureste de Brasil en casi un siglo, así como un repentino clima seco desató las calamidades para los egipcios descriptas en el Antiguo Testamento, según estudios científicos.
El relato bíblico señala que las aguas del Nilo se convirtieron en sangre, pero los científicos creen que fue el cambio climático lo que tornó fangoso el río y generó un alga tóxica que lo volvió rojizo.
En Brasil fue la ruptura de un dique minero lo que tiñó en noviembre el río Doce, que se volvió ocre al ser alcanzado por una gigantesca avalancha de lodo y desechos de mineral de hierro.
Definida por el gobierno de Dilma Rousseff como "la peor catástrofe ambiental" de Brasil, la tragedia dejó 17 muertos, dos desaparecidos y destruyó el río, uno de los más importantes del sureste del país.
Plaga de mosquitos
Las plagas de Egipto continuaron con ranas, piojos y moscas, que de acuerdo a los investigadores en realidad podrían haber sido diferentes insectos y provocaron la peste del ganado y enfermedades humanas.
Aedes aegypti: el mosquito que ha diseminado una epidemia de dengue y virus zika en Brasil. (Foto: Science Photo Library)
En Brasil, los mosquitos trajeron dolencias graves este año.
Causaron casi 746 mil casos de dengue registrados entre el 1 de enero y el 18 de abril del 2015, lo que llevó al ministerio de Salud a declarar la epidemia.
Las autoridades sanitarias de Brasil creen que los mismos mosquitos, que transmiten el virus zika, también provocaron una epidemia inédita de microcefalia en bebés cuyas madres fueron picadas durante el embarazo. Un total de 2.782 casos sospechosos fueron detectados hasta el 19 de diciembre.
Brasil también conoció este año desgracias que ni se asemejan a las de Egipto, que además debió soportar granizo, langostas, oscuridad y la muerte del primogénito.
Golpeado por la recesión, Brasil perdió cientos de miles de empleos en el 2015. (Foto: Reuters)
La mayor economía latinoamericana sufrió en el 2015 la pérdida de cerca de un millón de empleos, según datos oficiales.
Esa sangría de trabajos refleja la más dura recesión en décadas para Brasil, con una contracción del Producto Bruto Interno (PIB) que los economistas ubican en 3,5% para este año.
Riesgo y corrupción
La crisis económica y el deterioro de las cuentas públicas llevó este año a dos de las mayores agencias calificadoras de riesgo, Standard & Poor’s y Fitch, a quitarle el preciado "grado de inversión" al país, una suerte de sello de buen pagador de deuda.
En paralelo, Brasil vio crecer en los últimos 12 meses el mayor escándalo de corrupción de su historia, tras una investigación judicial de sobornos en la petrolera estatal Petrobras a cambio de contratos.
La otrora empresa estrella de los brasileños tuvo pérdidas de miles de millones y la causa alcanzó a la élite misma del país, con poderosos políticos, empresarios y banqueros que fueron presos.
Además está la espiral de violencia que nunca parece detenerse en este país. Un estudio del Foro brasileño de seguridad pública indicó en octubre que Brasil tuvo más de 58 mil muertes violentas durante el 2014, un aumento de 5% sobre el año anterior.
Nada indica que este problema esté en retroceso.
Río de Janeiro, la ciudad de los Juegos Olímpicos 2016, vio esfumarse este año su esperanza de "pacificación" con dramas de todo tipo: desde decenas de víctimas de "balas perdidas" hasta niños y jóvenes muertos en episodios de violencia policial.
Y la política
Pero quizá lo más llamativo en medio de este panorama desolador sea la crisis política que se ha desatado en Brasil.
Gobernantes, legisladores y líderes partidarios se han enfrascado en una lucha feroz entre ellos mismos, que derivó en la apertura de un procedimiento de juicio político a la presidenta Rousseff.
El pedido de impeachment por presuntos delitos de responsabilidad fiscal fue aceptado en diciembre por el líder de Diputados, Eduardo Cunha, cuyo propio cargo está en la cuerda floja por haber ocultado cuentas en Suiza y ser acusado de recibir sobornos en la trama de Petrobras.
"Pelean sólo por poder", dice sobre los políticos brasileños el puestero José Morais de Sousa, en un mercado del estado de Amapá, extremo norte del país. (Foto: BBC Mundo)
La definición de esta crisis se postergó hasta el 2016, alimentando la frustración de tantos brasileños que en el reciente boom económico soñaban con un futuro mejor y ahora pierden cada vez más confianza en la Presidencia o el Congreso, según encuestas.
"En nuestro país se escucha decir que Brasilia es el lugar más bonito de Brasil, el lugar de más corrupción", dice con ironía José Morais de Sousa, un brasileño de 42 años que vende bananas y granos en un mercado del estado de Amapá, en el norte de Brasil.
En lugar de achacar las plagas de Brasil a un Dios enojado, como hizo la Biblia con Egipto, Sousa prefiere apuntar simplemente a los políticos: "Pelean solo por poder… y olvidan a la sociedad".
