Nikolas Ferreira (PL), concejal de 26 años de Belo Horizonte y partidario entusiasta del presidente Jair Bolsonaro, fue el diputado federal más votado de Brasil, alcanzando 1′492.047 votos. El segundo diputado federal más votado, Guilherme Boulos (PSOL-SP), obtuvo 1′001.093.
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“Oficialmente, el diputado federal más votado en la historia de Minas Gerais tiene un nombre: Nikolas Ferreira”, tuteó tras el contundente triunfo. “Ganamos la batalla, pero no la guerra. Seguiremos en la lucha. Estamos contigo, Jair Bolsonaro”, añadió.
Las redes sociales son la principal herramienta de difusión del bolsonarista de Minas Gerais, que tras su elección pasó a tener 3,8 millones de seguidores en Instagram. Ganó notoriedad el año pasado cuando grabó un video en el que se le impedía visitar el Cristo Redentor por no presentar una prueba de vacunación contra el Covid-19.
Se describe a sí mismo como “cristiano, conservador y defensor de la familia”, y coordina el movimiento Direita Minas. Dice que, al nacer, su madre “lo consagró” a Cristo.
Una de las últimas polémicas en las que se ha visto envuelto ha sido la grabación de una niña de 14 años dentro del baño de chicas de un colegio público. Ferreira utilizó el registro para criticar a la institución por permitir que una estudiante transgénero utilizara el espacio. El posteo fue considerado transfóbico y una violación del artículo 17 del Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA) por exponer a la niña en las redes, y llevó al Ministerio Público del Estado de Minas Gerais (MPMG) a abrir una investigación.
“Ni siquiera necesito mencionar que en el aula, en relación a la materia de historia, se da el adoctrinamiento. Me travisto en el baño de la escuela de mi hermana”, dijo en ese momento.
De una violenta favela
Criado en la favela Cabana do Pai Tomás, uno de los lugares más violentos de Belo Horizonte, es licenciado en Derecho por la PUC-Minas, y ya ha comentado en las redes sociales que se sintió “acosado” en la universidad por sus posiciones políticas contra la izquierda, el feminismo y la “ideología de género”. Nikolas ya ha declarado que “los estudiantes de las comunidades pobres son en su mayoría víctimas del adoctrinamiento ideológico”.
El joven ha estado en la derecha desde que tiene memoria. En la familia, solo un abuelo votó por el PT, el partido de Lula. El nieto empezó a leer Olavo de Carvalho cuando tenía 13 años. Le impresionó cómo ese hombre logró “traducir en una sola oración lo que él quería decir”, según le dijo a Cíntia Chagas, una popular profesora querida por los bolsonaristas por algunas de sus opiniones como que el uso de pronombres neutros en el lenguaje inclusivo es producto de la “histeria colectiva”.
Nikolas también abraza toda la agenda conservadora defendida por el presidente. Se ha hecho popular por sus críticas a las medidas de lucha contra la pandemia en los dos últimos años, y es un firme defensor del derecho a portar armas. En términos económicos, defiende la desregulación liberal del mercado.
Al día siguiente de la elección, insultó en Twitter a la candidata trans Duda Salabert (PDT), la mujer más votada para la Cámara en Minas Gerais. Nikolas dijo que el honor fue para el segundo más alto, Greyce Alias (Avante). “Cuando cambias de biología, le das el título a otra persona. Hasta entonces: felicidades, Greyce”.
El nombre de Nikolas también resonó cuando acompañó a Bolosnaro en el debate presidencial en agosto, donde se vio envuelto en una discusión con el diputado federal André janones (Avante-MG), partidario del expresidente y candidato Luiz Inácio Lula da Silva. En las escenas filmadas, Nikolas aparece haciendo gestos para provocar a Janones; se dice que el aliado de Lula, que quedó segundo en Minas Gerais con 236.053 votos, lo llamó “mascota de la milicia”. Los desacuerdos llevaron a los organizadores del evento a separar las campañas con un cordón de seguridad.
Los sujetos sensibles al polo opuesto se convierten en un blanco fácil para Nikolas. Tras escuchar de la colega Bella Gonçalves (PSOL) que hacía “TikToks inútiles”, atacó en el pleno del Ayuntamiento una propuesta para cambiar el nombre de un centro de salud a Marielle Franco, “una persona que no hizo nada por nuestra ciudad”.
“Lamento la manera [Marielle] murió, pero la muerte no hace santo a nadie”, dijo, y luego evocó a figuras de izquierda que no merecerían la santificación póstuma, como el Che Guevara.
Por: O’Globo, de Brasil / GDA
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