Dos hombres sujetan un cartel de propaganda en una calle de Santiago de Chile. El país dio este miércoles el pistoletazo de salida a la campaña electoral para los megacomicios municipales, regionales y constituyentes de los próximos 15 y 16 de mayo, en momentos en que la pandemia se estabilizada tras una grave segunda ola. EFE/Alberto Valdés
Dos hombres sujetan un cartel de propaganda en una calle de Santiago de Chile. El país dio este miércoles el pistoletazo de salida a la campaña electoral para los megacomicios municipales, regionales y constituyentes de los próximos 15 y 16 de mayo, en momentos en que la pandemia se estabilizada tras una grave segunda ola. EFE/Alberto Valdés
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Agencia AFP

En una semana los tendrán dos días para acudir a las urnas a elegir a los 155 constituyentes que redactarán la nueva con la que el país espera construir un nuevo pacto social tras un largo y complejo periodo de protestas.

Después de una postergación de cinco semanas debido a un alza en los contagios de coronavirus, se concretará la considerada como la elección más importante en 31 años, cuando el país recuperó la democracia tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

El sábado 15 y el domingo 16, los chilenos elegirán a los 155 miembros de la Convención Constitucional que redactará la nueva Carta Magna.

Una Constitución que reemplazará a la heredada de la dictadura, considerada como el principal obstáculo para alcanzar una mayor igualdad social, el gran clamor que convocó a millones en las calles chilenas durante las protestas que se iniciaron el 18 de octubre de 2019.

Con plazas y avenidas encendidas tras semanas de protestas en su mayoría pacíficas -y algunas muy violentas-, las fuerzas políticas alcanzaron en noviembre de ese mismo año un acuerdo para llamar a un plebiscito en el que el electorado de más de 14 millones de personas decidiera si se redactaba o no una nueva Constitución para Chile.

Previsto para abril de 2020 pero también pospuesto por la pandemia, el referéndum se realizó el 25 de octubre del año pasado: un abrumador 80% aprobó redactar una nueva Constitución por un órgano conformado en un 100% por miembros electos.

Siete meses después, más de 1.300 candidatos compiten por convertirse en constituyentes, en una elección que por primera vez en el mundo se realizará bajo criterios de paridad de género e incluye 17 cupos reservados para los pueblos indígenas.

“Es una elección simbólicamente tremendamente importante”, en términos de la esperanza que abre de construir un nuevo pacto social, dijo Carmen Le Foulon, coordinadora del Área de Opinión Pública del Centro de Estudios Públicos (CEP), en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros.

También se elegirán gobernadores regionales, alcaldes y concejales, en votaciones que tradicionalmente anticipan los resultados de la presidencial que esta vez será solo meses después, el 21 de noviembre, en un calendario alterado por los rebrotes de covid.

- Menos épica que el plebiscito -

No hay encuestas que anticipen el resultado de la Constituyente por su carácter inédito, la gran cantidad de candidatos y las dificultades para la toma de muestras.

Además, la campaña electoral ha resultado interrumpida por las duras restricciones a la movilidad impuestas ante el incremento de los contagios de coronavirus en Chile, que desde marzo de 2020 suma más de 1,2 millones de casos y supera los 27.000 fallecidos entre 19 millones de habitantes.

Aunque esta cita electoral se realiza con más del 46% de la población objetivo ya vacunada contra el covid.

Las autoridades de salud estiman que una leve baja de los contagios en las últimas semanas y más de siete millones de inmunizados con dos dosis –incluidos los vocales de mesa- estimularán una participación igual o superior a la del plebiscito (51%).

Algunos expertos creen que la participación estaría por debajo del hito de octubre, ya que esta elección es percibida como de “menor épica”.

- Proyecciones -

En cuanto a los resultados, los consultores estiman que los candidatos independientes no conseguirán una gran votación, salvo excepciones de personajes muy conocidos -figuras de la televisión o los medios de comunicación- y que serán los partidos tradicionales los que concentrarán los votos.

La oposición de izquierda al gobierno del conservador Sebastián Piñera se alzaría como vencedora en cuanto al número de constituyentes.

Pero “eso en ningún caso podría traducirse en que esa oposición vaya a pasar la aplanadora por sobre los partidos de derecha, porque esa oposición tiene diferencias programáticas que son prácticamente irreconciliables”, dijo a AFP el politólogo y académico de la Universidad de Talca Mauricio Morales.

Las visiones contrapuestas de oposición -que incluye desde el Partido Comunista, la Democracia Cristiana hasta distintas facciones de la izquierda radical- impidieron que se agruparan en una sola gran lista, como sí lo hizo el oficialismo, que alcanzó un pacto electoral con la extrema derecha.

Esta división terminaría beneficiando al pacto de gobierno, que quedaría sobrerrepresentado debido al sistema electoral proporcional que premia a las coaliciones que se presentan unidas, agregó Morales.

Aunque Kenneth Bunker, cientista político y director de la empresa de estudios políticos , consideró que los errores cometidos en las últimas semanas por el gobierno de Piñera en el manejo de la pandemia y la tardía entrega de ayudas sociales, llevaría a la derecha a perder votación.

“No estoy tan seguro de que la derecha logre sacar un tercio. Algo va a perder con lo que pasó”, afirmó.

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