La incertidumbre sigue reinando en Argentina. A la crisis económica que lleva varios años extendiéndose por la otrora potencia regional ahora se suma una de las elecciones presidenciales más impredecibles desde que la democracia regresara al paías hace 40 años. Luego de que el candidato libertario Javier Milei sorprendiera ganando las primarias de agosto, el domingo 22 el postulante oficialista, Sergio Massa, lo desplazó en el primer lugar de los votos.
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Ambos contendientes, el outsider y el superministro, tendrán ahora casi cuatro semanas para convencer al electorado argentino de que son la persona indicada para reconducir al país fuera de la crisis y gobernar durante los próximos cinco años.
“Ya están reconfigurándose los dos candidatos y saliendo a buscar los votos que les quedaron fuera. Ambos lo hicieron el domingo, pero quizás quien lo viene haciendo de forma más clara, incluso antes de alcanzar el primer lugar, sea Sergio Massa. Pensando quizás que quedaría en segundo lugar ya había cambiado su tono en los últimos días, hablaba de un gobierno de unidad nacional y de abrir el futuro gabinete a otras fuerzas”, comenta a El Comercio el analista político argentino Santiago Rodríguez Rey.
Este lunes, precisamente, Massa se comprometió a “convocar a un Gobierno de unidad nacional el 10 de diciembre como presidente, convocando a los mejores, sin importar su fuerza política”. Además, aseguró que buscaría discutir un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “asociado al crecimiento y al desarrollo” del país.
En la vereda de enfrente, Milei parecía mostrar un nuevo rostro al abrir la puerta para que Patricia Bullrich, la tercera candidata más votada el domingo con Juntos por el Cambio (JxC), forme parte de su eventual gobierno pues tienen una “total y absoluta coincidencia” en temas de seguridad.
“Lo primero que hay que comprender es que dos tercios de la población no quiere el kirchnerismo, por lo tanto, hay que hacer un trabajo que permita ir a buscar a aquellos que no eligieron al kirchnerismo”, aseguró Milei durante una entrevista radial.
“Milei podría estar incurriendo en medidas más populistas al plantear mantener la diferencia entre kirchnerismo y antikirchnerismo, mientras que Massa se está moviendo más hacia el centro planteando una solución por sobre la grieta, casi como si fuese un nuevo comienzo su eventual gobierno”, comenta Rodríguez Rey.
EL DESTINO DE LOS VOTOS
El 23,83% de votos que obtuvo Bullrich serán determinantes en esta segunda vuelta. “Para mí ese es el eje de toda la discusión”, dice el periodista, politólogo argentino y director de RealPolitik, Santiago Sautel. Rodríguez Rey coincide en dicha lectura, asegurando que tanto Massa como Milei habrían alcanzado el tope de votos que podrían conseguir individualmente y que ahora la labor estaría en buscar el bolsón que prefirió otra opción política.
En ese sentido, y aunque lo lógico sería pensar que las papeletas del movimiento antikirchnerista irían para Milei, el escenario es mucho más complejo según ambos analistas.
“Juntos por el Cambio está compuesta por el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y otros grupos provinciales. La Coalición Cívica ya dijo que no apoyará a ningún candidato. Dentro del PRO hay un grupo que considera que el camino es el que está comenzando a recorrer Massa. Mientras que la Unión Cívica Radical suele tomar este tipo de decisiones en una convención nacional, pero este año se celebra en diciembre así que lo decidirán los dirigentes. Milei, durante toda la campaña, no hizo más que insultar a los dirigentes y figuras históricas del radicalismo. Así que el partido que históricamente se ha opuesto al peronismo tiene como problema que el candidato a quien naturalmente se debería unir es quien más los ha vilipendiado”, comenta Rodríguez Rey.
Sautel agrega, además, que los comentarios de Milei no solo le traerán problemas con el radicalismo sino con una serie de colectivos que naturalmente habrían apoyado una opción contraria al oficialismo si es que no se hubiesen visto atacados directamente. En otras palabras, podríamos decir que el mayor enemigo de Milei en este punto de la campaña es él mismo.
“Milei llegó a escena por ser un economista disruptivo que planteaba una solución muy distinta a la que estamos acostumbrados. Pero al medio equivocó la campaña, haciendo aportes que nadie demandaba y con una connotación violenta que nada aportaba. No siempre salían de él pero sí de su entorno. Por ejemplo, el pedido de cerrar relaciones con el Vaticano, meterse a la interna de Boca Juniors criticando a Juan Román Riquelme como un chorro (ladrón), hablar del tráfico de órganos, ponerle precio a un bebé o la posibilidad de que los padres renuncien a la paternidad. Eran cosas absurdas. Milei es una persona políticamente incorrecta pero no había forma de que esto no le pase factura”, comenta Sautel.
Sobre el papa Francisco. En el 2020, el libertario calificó al líder de la Iglesia Católica como "imbécil" y aseguró que "es el representante del maligno en la Tierra". El mes pasado, durante una entrevista con Fox News, aseguró que el pontífice argentino "tiene afinidad por los comunistas asesinos" y que viola los 10 Mandamientos al defender la "justicia social".
Renunciar a la paternidad. Influencer, cosplayer, exmaquilladora de Milei y ahora diputada electa por La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, aseguró pocos días antes de la elección que su primer proyecto legislativo sería ofrecer la posibilidad de que los padres puedan renunciar a su paternidad para que no tengan que hacerse cargo de los gastos que implica la crianza del niño.
Choques con Boca Juniors. A inicios de mes, Milei confesó en una entrevista radial que era hincha de Boca Juniors hasta que el expresidente del club deportivo, Daniel Angelici, "lo trajo a (Juan Román) Riquelme para robar".
DÍAS DECISIVOS
La segunda vuelta se celebrará el 19 de noviembre y aunque en principio podría parecer muy poco tiempo para que el escenario cambie demasiado Sautel advierte que “esta elección aún no está definida”. “Dependerá mucho de la estrategia de ambos candidatos. Y para eso hay que tomar en cuenta que en Argentina cada día equivale a una semana y cada semana equivale a un mes. Así que pueden pasar un millón de cosas en este tiempo”, señala.
Con un debate entre ambos candidatos aún pendiente (será el 12 de noviembre), Rodríguez Rey considera que este podría ser determinante para que muchos votantes definan su postura pues, entre otros temas, se deberá hablar de la crisis económica que azota al país. Actualmente, más del 40% de argentinos viven en la pobreza y la inflación anual llega hasta el 130%. Un tema que podría ser utilizado contra Massa, superministro de Economía desde hace 14 meses.
“Sin duda la economía será uno de los temas más destacados, pero sobre todo Massa se enfocará en las declaraciones que tuvo Milei. Es muy probable que Massa tome como referencia esos puntos que han penetrado fuertemente en el electorado y mantenga esos ejes para tener a raya a Milei” opina Rodríguez Rey.
“La estrategia para Milei debe centrarse tanto en que él como su entorno se dediquen a hablar de economía, que tengan un discurso antikirchnerista para asegurarse el voto de Bullrich, pero sobre todo que dejen de generar miedo en la gente. Por el lado de Massa, creo que deberá seguir por la misma senda, mostrarse centrado, llamar al gobierno de unidad. Debe alardear de sensatez y equilibrio, básicamente todo lo que no representa Milei”, agrega por su parte Sautel.