Joao Teixeira era uno de los curanderos más famosos de Brasil. A sus sesiones espirituales han asistido millones de personas en Brasil y todo el mundo.  [O'Globo/GDA]
Joao Teixeira era uno de los curanderos más famosos de Brasil. A sus sesiones espirituales han asistido millones de personas en Brasil y todo el mundo. [O'Globo/GDA]
Redacción EC

Se hacía llamar (Juan de Dios) y durante años se volvió mundialmente conocido –y, de paso, millonario– por operar sin anestesia, curar con la mente y calmar el cuerpo y el espíritu por intermediación del Señor.

La fama de , forjada desde los años 70, lo volvió una celebridad en el Perú en 1991, cuando llegó desde , traído por el empresario de espectáculos Jonel Heredia, para realizar sus célebres sesiones espirituales y curaciones. A fines de abril, miles de personas hacían colas interminables para conseguir los ansiados ‘tickets’ para poder estar con el curandero.

Joao Teixeira llegó al Perú a fines de abril de 1991. Lo trajo el empresario de espectáculos Jonel Heredia (a la izquierda). Foto: Archivo El Comercio.
Joao Teixeira llegó al Perú a fines de abril de 1991. Lo trajo el empresario de espectáculos Jonel Heredia (a la izquierda). Foto: Archivo El Comercio.
/ JORGE CHAVEZ

Uno de los sitios escogidos fue el Complejo Deportivo Mama Ocllo, en Pueblo Libre, hasta donde llegaron más de 30 mil personas para encontrar la supuesta cura a sus enfermedades. En la espera incluso falleció una persona: un hombre de 66 años que sufrió un paro cardíaco.

Miles de personas esperan ingresar al coliseo Mama Ocllo, en Pueblo Libre, donde atendía Teixeira. Era el 29 de abril de 1991. FOTO: LUIS LAOS / EL COMERCIO
Miles de personas esperan ingresar al coliseo Mama Ocllo, en Pueblo Libre, donde atendía Teixeira. Era el 29 de abril de 1991. FOTO: LUIS LAOS / EL COMERCIO
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En medio de la polémica, de las quejas del Colegio Médico del Perú y los reparos de la Iglesia Católica, Teixeira se paseaba por Lima hablando de sus ‘poderes curativos’.

En 1991, Joao Teixeira atiende a personas enfermas en Lima. FOTO: LUIS LAOS / EL COMERCIO
En 1991, Joao Teixeira atiende a personas enfermas en Lima. FOTO: LUIS LAOS / EL COMERCIO
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Incluso, el entonces presidente lo recibió de manera especial y se trato con él para “curarse” una luxación en el dedo meñique de su mano derecha. El mandatario no dudó en decir que después de la sesión con Teixeira pudo “milagrosamente” mover de nuevo su mano.

El periodista de El Comercio, Javier Ascue, habla con uno de los enfermos que buscaba encontrarse con Teixeira. FOTO: LUIS LAOS / EL COMERCIO
El periodista de El Comercio, Javier Ascue, habla con uno de los enfermos que buscaba encontrarse con Teixeira. FOTO: LUIS LAOS / EL COMERCIO
/ LUIS LAOS

Aunque siempre ha dicho que Dios guiaba sus manos, esta vez no lo ha protegido de pagar sus delitos ante la justicia. Joao Teixeira de Faria, su verdadero nombre, ha sido condenado a 19 años y 4 meses de prisión por abusar sexualmente de cuatro mujeres durante las sesiones espirituales que realizaba.

Desde fines del 2018, más de 500 mujeres, incluida su propia hija, lo acusaron de abusos sexuales cometidos durante décadas, en un escándalo que sacudió al país y que provocó que desde hace un año el curandero de 77 años esté recluido, de manera preventiva, en una cárcel del estado de Goias.

La ola de denuncias obligó al Ministerio Público a montar un grupo especializado, formado por una media docena de fiscales, dos psicólogas y una comisaria, para ocuparse solo de este caso.

"Estoy seguro de que es uno de los mayores casos del país, quizás del planeta, respecto a abuso sexual", señaló el fiscal Luciano Miranda, coordinador del grupo especial de la Fiscalía que investiga los crímenes. El magistrado señaló que recibieron denuncias de hasta seis países: Alemania, Australia, Bélgica, Bolivia, Estados Unidos y Suiza.

Gracias a sus supuestas capacidades curativas, Teixeira ha atendido a cerca de diez mil personas, incluyendo personalidades, como el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la presentadora de televisión estadounidese Oprah Winfrey. Todos han acudido en busca de mejoría a la localidad de Abadiania, cerca de Brasilia, donde Joao de Deus los recibía desde 1976 en una especie de templo al que llamó Casa Don Ignácio de Loyola.


“Te estoy curando”

A través de un grupo de Facebook, la abogada Teresa Cordioli, de 68 años, entró contacto con siete supuestas víctimas de Joao de Deus, quienes le narraron cómo ocurrían los abusos, muchos de los cuales sucedieron con el mismo ‘modus operandi’.

“Colocaba la mano por detrás, palpaba los senos, ponía la mano de ellas en su pene. Relatan las mismas cosas sin conocerse. [...] Él decía que era la forma de pasar la energía, a través del semen, de pasar la energía a través del orgasmo. ‘Yo te estoy curando’, decía. Es muy cruel”, reveló Cordioli a Efe. “Recomiendo a las víctimas que denuncien”, sentencia.

Joao Teixeira fue detenido en diciembre del año pasado tras las acusaciones de cientos de mujeres sobre sus crímenes sexuales. [O'Globo/GDA]
Joao Teixeira fue detenido en diciembre del año pasado tras las acusaciones de cientos de mujeres sobre sus crímenes sexuales. [O'Globo/GDA]

Durante estos meses en que ha estado recluido, Teixiera se ha defendido señalando que durante las sesiones espiritistas él no es responsable de lo que hace. “Dios lo hace”, ha dicho a la policía.

Una hija del líder espiritual, Dalva Teixeira, de 49 años, afirmó en una entrevista con la revista “Veja” que fue abusada por su padre desde los 10 hasta los 14 años. “Mi padre es un monstruo”.


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