Con más de 10.500 contagios en lo que va de año, Ecuador ha decidido extremar las medidas preventivas frente al preocupante aumento de la covid-19 con la suspensión de clases escolares la semana que viene y la declaración de la alerta máxima en la ciudad costera de Guayaquil.
Las clases han sido suspendidas en todos los centros públicos estatales para acelerar la inmunidad de los menores conforme a un proceso que busca hacer frente a la rápida propagación del virus desde principios de diciembre, cuando se celebraron las fiestas fundacionales de Quito.
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“No son vacaciones”, subrayó la ministra de Educación, María Brown, quien de forma inesperada compareció este viernes con su colega de Salud, Ximena Garzón, y el director del Comité nacional de Operaciones de Emergencia (COE), Juan Zapata, para explicar las nuevas disposiciones.
“Esta semana no laborará todo el personal de las instituciones educativas y (las clases) se recuperarán al finalizar el año lectivo”, reza un comunicado oficial difundido tras la reunión.
La medida, aplicable únicamente a los colegios “fiscales” (públicos estatales), tendrá vigencia desde el lunes 10 y se extenderá esa semana escolar con el objeto de permitir que en ese tiempo se vacunen los niños y adolescentes.
Los centros educativos fiscomisionales (concertados), municipales y particulares (privados) tendrán la opción de acogerse a la misma suspensión, trabajar de manera 100 % virtual, o permitir la asistencia de docentes y estudiantes que cumplan con el esquema completo de vacunación.
INCREMENTO ESPERADO PERO DEMASIADO ALTO
El incremento de los contagios era esperado por las autoridades a raíz de las fiestas de Quito y la Navidad, y aunque se había exigido a la población no aglomerarse, el resultado prueba que la respuesta no ha sido la esperada.
Porque si en octubre los contagios llegaron a algo más de 6.600 y en noviembre a más de 9.100, en diciembre superaron los 21.000. Pero este mes de enero, a juzgar por los primeros seis días del año, podrían ser muchos más.
Una suma de los datos oficiales diarios facilitados por el Ministerio de Salud Pública indican que hasta este viernes eran más de 10.500, lo que en promedio mensual supondría unos 50.000 de seguir este ritmo. Algo impensable en Ecuador.
Garzón advirtió hoy que se espera un “incremento mayor incluso” para la próxima semana y que las cifras generales son comparables a los peores momentos de la pandemia en 2020, por lo que exhortó a la población a evitar reuniones y exhortó a los menores a vacunarse.
“Son los que menos se han vacunado. A partir de los 18 años, en muchas provincias, el 80% de la población está cubierta, pero los niños no llegan ni al 60%. La mayoría ha recibido una dosis, pero falta la segunda”, precisó.
Las autoridades también anunciaron el adelanto de la vacunación con la tercera dosis de refuerzo a todos aquellos funcionarios y personal de primera línea, entre ellos docentes, que hayan recibido la segunda (o pauta completa) hace cinco meses.
Desde este sábado también se solicitará el carné de vacunación con dos dosis a los niños de 5 años en adelante para acceder a espacios no esenciales, tal como ocurría con los mayores de 12 hasta el momento.
El acceso con carné de vacunación a estos espacios fue impuesto a mediados de diciembre como un signo de la obligatoriedad de la vacunación, que en Ecuador registra más del 79 % de la población objetivo con doble pauta y por encima del 85 % con una sola dosis.
Con esos datos en la mano, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, descartó esta semana la posibilidad de declarar un nuevo aislamiento, porque perjudicaría a la economía y a la ciudadanía.
GUAYAQUIL VUELVE A ALERTA 3
El severo incremento de positivos no se ha trasladado de forma proporcional a las estadísticas de fallecimientos, si bien hay algunos lugares, como en Guayaquil, donde se reporta un aumento importante.
La urbe costera, epicentro de la pandemia en Ecuador entre marzo y mayo de 2020 con dantescas imágenes de cadáveres por sus calles, pasó hoy al nivel de alerta 3 (el más alto) a raíz de sus preocupantes estadísticas.
La alcaldesa, Cynthia Viteri, incluso instó a las autoridades nacionales a que evalúen la posibilidad de decretar un estado de excepción “con la finalidad de restringir la movilidad y frenar los contagios”, especialmente en playas y balnearios hasta el 21 de enero, escribió en redes sociales.
Tras las fiestas navideñas los contagios han subido a 562 diarios y las muertes a 5, mientras que 111 pacientes permanecen en la UCI y hay escasez de pruebas de antígenos en Guayaquil, detalló Viteri.
Mientras se espera una decisión, las autoridades locales han establecido un aforo máximo en mercados, supermercados y centros comerciales del 50 %, en el resto de establecimientos de atención al público del 30%, y limitado un horario de actividad hasta medianoche.
Asimismo prohibieron la venta y consumo de bebidas alcohólicas, los espectáculos públicos masivos, además de eventos multitudinarios en parques y malecones.
La ciudad porteña ecuatoriana ya había elevado el nivel de alerta de 1 a 2 antes de finalizar 2021.
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