Raúl Bonilla, un patrullero de la Policía que fue abusado sexualmente por un sacerdote en el departamento de Meta, aplaude el pedido de perdón de la Iglesia Católica hacia las víctimas de pederastia en Colombia.
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“Se está dando un paso importante porque en mi caso, y en muchos otros casos, la Iglesia, como siempre, se ha limitado a no reconocer a las víctimas. Aunque ya no me reconozco como víctima sino como sobreviviente. Y durante todos estos años he sentido la indiferencia de la Iglesia”, le dijo a EL TIEMPO.Tenía 13 años y era acólito cuando el padre Yesid Dolores González lo agredió sexualmente. Su testimonio se lo contó, en primicia, al periodista y escritor antioqueño Juan Pablo Barrientos, quien contó su historia en el portal ‘Vorágine’.
¿Qué piensa sobre el anuncio que hizo este viernes la Iglesia?
Me parece muy bien porque jamás habíamos recibido el más mínimo pedido de perdón. Muchos no van tras el dinero, sino tras el perdón. Y que monseñor Rueda, la máxima cabeza, salga a pedirnos perdón por los hechos cometidos por un sacerdote. Creo que es un paso muy importante para el cambio que están tratando de hacer.
¿Qué nos puede compartir sobre el abuso que sufrió?
Era acólito. Tenía 13 años. Y el padre Yesid González me vio vulnerable y me empezó a hablar sobre cómo debía asear mi cuerpo. Y una noche, en la casa cural allá en la inspección La Palmera en San Carlos de Guaroa (Meta), me pidió que me quitara la camisa y empezó el abuso sexual, que incluyó masturbación y sexo oral. El padre Yesid se aprovechó del poder que ostentaba ante un niño tan pequeño y ante todo el pueblo. A partir de ese momento, mi relación con la Iglesia se rompió para siempre.
¿Qué tanto lo afectó?
Tuve problemas de tabaquismo y alcoholismo. Y he sufrido de ansiedad y depresión.
¿Lo metieron a la cárcel?
Supe que en el 2016 lo apartaron de su cargo como presbítero y que en el 2018 le quitaron ese reconocimiento. Pero me vine a enterar apenas el año pasado porque puse un derecho de petición. Lo expulsaron, pero se les olvidó un pequeño detalle: nunca me informaron. Para que vea el grado de indiferencia.
¿Le interesa que lo indemnicen económicamente?
Más que dinero, esperaba el perdón. Pero también creo justo recibir una reparación económica ante tantos daños sufridos. Tengo una hija y sería importante para garantizarle su futuro. Y con otros sobrevivientes que pasaron por la misma situación creamos una asociación. Y sería importante para apoyar esta iniciativa en cuanto a asuntos legales y en reparaciones emocionales para las víctimas y sus familias.
Usted es patrullero de la Policía. ¿Qué tanto apoyo ha recibido de la institución a la que pertenece?
El respaldo ha sido total. Sobre todo, en el apoyo psicológico.
¿Y sus creencias religiosas?
Creo en Dios, pero no en la religión.