Cientos de personas de todas las edades desafiaron hoy el fuerte sol caribeño para acercarse al lugar de la capital puertorriqueña donde durante por solo unas horas se exhibió la reliquia oficial de San Juan Pablo II.
La reliquia, una ampolla con sangre no coagulada del papa polaco canonizado en 2014, llegó el martes a Puerto Rico y hoy mismo abandonará la isla rumbo a Colombia, el siguiente destino de un viaje por el continente.
La exposición se hizo en una explanada, hoy convertida en el estacionamiento de un centro comercial de San Juan, donde Juan Pablo II ofició una misa en octubre 1984, como recuerda una estatua de tamaño natural allí erigida.
Los fieles hacían fila a la espera de la llegada de su turno para fotografiar, besar o tocar la sangre del santo padre, recogida en un pequeño recipiente transparente colocado bajo un púlpito para protegerlo del fuerte sol.
Las siervas de la Congregación de los Corazones Traspasados de Jesús y María atendieron con esmero, una a una, a las personas que se iban acercando y que colocaban sobre la reliquia rosarios, cruces y otros objetos para que entraran en contacto con el recipiente.
Personas mayores, jóvenes y hasta adolescentes se dieron cita en un acto que tendrá continuidad en la Capilla Mayor de la Universidad del Sagrado Corazón, donde además de exponerse la reliquia, se celebrará hoy una misa en memoria de la visita del papa.
El periplo de la reliquia en Puerto Rico terminará hoy en la parroquia María Madre de la Misericordia de Guaynabo, municipio colindante a San Juan.
"La iniciativa que ha permitido la llegada de la sangre de San Juan Pablo II forma parte del plan que incluye que la reliquia viaje por todos los países de la región", indicó a EFE la madre Adela Galindo, fundadora de la congregación de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
La nicaragüense Galindo, de 52 años, que fundó en 1990 esta congregación, encargada de custodiar la reliquia, señaló que este preciado resto de sangre de San Juan Pablo II llegó a la isla caribeña "por el amor que siempre mostraron los puertorriqueños al santo padre".
Ella tuvo la oportunidad de conocer personalmente a San Juan Pablo II en varias ocasiones en las que viajó a Roma y, fruto de su amistad con el postulante de la causa de canonización del papa, monseñor Slawomir Oder, obtuvo la confianza para que la reliquia, una de las cinco que existen, fuera custodiada por su congregación.
Dijo que ésta es la tercera ocasión en que la reliquia, que permanece habitualmente en el Vaticano, sale de la sede de la Iglesia Católica para ser exhibida a los devotos del fallecido papa.
La reliquia de San Juan Pablo II (1920-2005) fue guardada luego de su última hospitalización en el año de su muerte y hasta el momento no se ha coagulado.
La sangre del santo padre llegó el martes a Puerto Rico, donde fue expuesta inicialmente en la Iglesia de la María Auxiliadora de Cantera en San Juan en un templo abarrotado con capacidad para unas mil personas que no pudo acoger a todos los fieles congregados.
Fuente: EFE