El ex presidente conservador, Sebastián Piñera, proclamó su candidatura a las elecciones presidenciales de noviembre en Chile, en un acto en el que criticó al gobierno de la actual mandataria Michelle Bachelet.
"En esta elección deberemos decidir entre avanzar o retroceder. Entre unidad o división. Entre diálogo o confrontación. Entre cambio o continuidad. Entre el Chile unido y desarrollado que queremos para nuestros hijos o el Chile dividido y estancado por el cual nos conduce la Nueva Mayoría (en el gobierno)", afirmó el ex mandatario.
Piñera, de 67 años, quien gobernó Chile entre el 2010 y el 2014, volverá a pelear la presidencia chilena después haberse dedicado estos años a negocios privados, impedido por ley de ir a una reelección inmediata.
"Ante ustedes y todos mis compatriotas anuncio mi decisión de postular nuevamente a la Presidencia de la República", dijo Piñera en medio de vítores y aplausos de cerca de un millar de personas en el acto de lanzamiento de su candidatura en un parque del centro de Santiago.
"Tenemos que desterrar la cultura del 'cada día puede ser peor", afirmó.
Este millonario cuya fortuna ronda los 2.500 millones de dólares, según la revista Forbes, se presentará a su tercera candidatura presidencial después de la fallida del 2005 -cuando perdió frente a la socialista Michelle Bachelet- y en el 2009, cuando se convirtió en el primer presidente de derecha en Chile desde el retorno a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La derecha chilena apoyó la dictadura de Pinochet, pero no Piñera, quien al igual que su padre y otros miembros de su familia, fue un opositor.
"La única razón por la cual postulo hoy día nuevamente a la presidencia de la República es porque quiero entregar lo mejor de mí mismo", afirmó el ex mandatario.
De la mano de la coalición de derecha, Piñera logró romper en el 2010 la hegemonía que por dos décadas tuvo la alianza de centro izquierda que gobernó Chile tras el fin de la dictadura.
"El gobierno de la Nueva Mayoría (la coalición de centroizquierda de a Bachelet) ha sido un mal gobierno", afirmó Piñera
Empresario que pilotea su propio helicóptero, ex dueño de un canal de televisión y de un club del fútbol del cual no era hincha, Piñera es una figura controvertida y siempre presente en la política chilena, tras el retorno a la democracia.
Las encuestas lo sitúan como la mejor opción para las elecciones del 19 de noviembre, con una adhesión que bordea el 25%.
Le sigue el senador oficialista Alejandro Guillier, uno de los periodistas con mayor prestigio en Chile, con una adhesión en torno al 15%.
La candidatura de Piñera debe sortear aún las primarias del 2 de julio, establecidas por ley, con otros candidatos de su alianza.
"No utilicen a mi familia"
La proclamación de Piñera estuvo precedida, sin embargo, por varias denuncias e investigaciones judiciales que lo tocan directamente a él y a algunos colaboradores, por casos de supuesta corrupción y negocios incompatibles, que el ex mandatario calificó de "campaña sucia".
"Les pido a esos que instigan a esas campañas que no utilicen a mi familia para atacar mi candidatura presidencial", exigió Piñera.
La semana pasada se reveló que algunas de sus empresas usaron artificios fiscales en los años 90 para pagar menos impuestos a través de la compra de empresas quebradas.
Otra investigación judicial se abrió tras destaparse que una de sus empresas invirtió en una pesquera peruana mientras él era mandatario y se discutía un litigio marítimo entre ambos países en la Corte Internacional de La Haya, que finalmente fue favorable a Lima.
Piñera reconoció la inversión pero negó haber tenido conocimiento de ella, pues afirmó haber estado al margen de sus empresas y de todo negocio mientras era presidente de Chile.
El ex presidente fue citado también a declarar como testigo en un juicio por financiamiento ilegal de campañas políticas.
En ese juicio su viceministro de Minería, Pablo Wagner, fue acusado de recibir sobornos por unos 70.000 dólares a través de supuestos servicios prestados por familiares suyos.
En el 2007 fue sancionado por no detener una orden de compra de acciones de la aerolínea LAN estando en conocimiento de sus resultados financieros antes que el mercado. Piñera no apeló la sanción y pagó una multa de unos 700.000 dólares.
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