Solo durante el mes de agosto, 142 haitianos fueron deportados desde Bolivia.
Previamente habían abandonado su país por República Dominicana, Surinam o Guyana e ingresaron a Bolivia desde territorio brasileño, según reportan autoridades.
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“Realizamos ocho operativos en un mes y, en todos los casos, estas víctimas de tráfico de personas provenían de Haití y se dirigían hacia Chile”, explica a BBC Mundo el director nacional de Migración boliviano, Marcel Rivas.
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Desde Santiago, por su parte, señalan que estas redes que trasladan haitianos es un problema latente y hay controversia sobre cómo manejarlo.
Las autoridades detectaron que las víctimas son engañadas e inducidas a pagar altos montos para salir de su país.
En Bolivia y Chile sostienen que estos casos pueden terminar en explotación laboral, sexual o narcotráfico.
La red detectada en Bolivia
Rivas señala que los haitianos fueron descubiertos en diferentes puntos de su país y que todos ingresaron por pasos ilegales desde Brasil.
Conductores de los buses y camionetas en los que eran trasladados, al igual que haitianos que fueron identificados como traficantes o “coyotes”, fueron detenidos en las últimas cuatro semanas.
“Al principio pensamos que ellos eran víctimas también, pero cuando descubrimos que eran recurrentes iniciamos las investigaciones sobre ellos”, explica.
En sus celulares se encontraron fotos de los pasaportes e intercambios de mensajes sobre la organización de la red.
Entre los detenidos se encuentra una haitiana, la única con situación legal en Bolivia, que es sospechosa de ser la que capta a los migrantes cuando ingresan a ese territorio.
La autoridad boliviana añade que menores de edad y mujeres estaban entre las víctimas y que estas corrían el riesgo de ser forzadas a prostituirse.
Al menos uno de ellos falleció en su intento por llegar a Chile en agosto
Los bolivianos creen que los 142 haitianos deportados en el mes pasado no reflejan la magnitud del problema tomando en cuenta que existe un flujo constante incluso en estos tiempos en los que ese país tiene restricciones para los viajes debido a la pandemia del coronavirus.
“Antes de la pandemia debió ser mucho mayor”, señala el director nacional de Migración.
Haití es uno de los países con indicadores socioeconómicos más bajos del continente.
La preocupación en Chile
En un contacto con BBC Mundo, el excanciller de Chile Heraldo Muñoz indicó que durante su gestión (2014-2018) se detectó y alertó del “extraordinario incremento de ingresos de ciudadanos haitianos”.
“Sugerimos al Ministerio del Interior el establecer el requisito de visa”, señaló el exjefe de la diplomacia chilena.
En su momento, Muñoz dijo que se tenía conocimiento de “empresas en Puerto Príncipe que estaban dedicadas a decirle a los haitianos ‘venda su casa, venda todo lo que tiene, nos paga tres mil dólares y le damos un contrato de trabajo en Chile y usted paga el avión’”.
En estas semanas, el Congreso de Chile debate, en medio de fuertes discusiones, un proyecto de ley que el gobierno de Sebastián Piñera quiere usar para endurecer la política migratoria del país.
Santiago tomó medidas desde 2018 para dificultar el ingreso de haitianos y venezolanos y reducir su alto flujo.
El mandatario chileno señaló que vetará disposiciones de la futura norma si es que estas facilitan de alguna manera el ingreso de extranjeros.
“Las voy a vetar porque creo que producen un profundo daño a los chilenos y a los migrantes que están en Chile y que han ingresado de forma legal y que respetan nuestras leyes”, afirmó a finales de agosto.
La controversia tiene que ver con que diferentes partidos de oposición apoyan que el proyecto normativo permita el llamado “turismo laboral”, una figura legal que puede permitir que ciudadanos de otros países ingresen a territorio chileno por un plazo de 90 días con la intención de conseguir trabajo y después residencia.
Miembros del partido de Piñera sostienen que aquello puede significar para migrantes como los haitianos un “incentivo para ingresar a Chile y mantenerse de cualquier manera”.
Articulación internacional
El gobierno transitorio de Bolivia anunció que ya coordina acciones con Santiago y Brasilia para frenar el tráfico de personas.
“Se tomó contacto con la Policía de Investigaciones de Chile y la Policía Federal de Brasil, además de conversaciones con los gobiernos”, indicó Rivas.
En territorio chileno también se vienen realizando operativos.
La anterior semana fueron detenidos dos haitianos que trasladaban a otros 22 connacionales (18 adultos y 4 niños) en Iquique, al norte del país y cerca de la frontera con Bolivia.
Las dos personas capturadas, de acuerdo a la fiscal que lleva el caso, cobraron altas sumas de dinero a las víctimas de tráfico.
La especialidad de ambos era llevarlos por pasos que eludían los controles migratorios.
Uno de ellos se encargaba de ir hasta la frontera de Brasil con Bolivia para iniciar el traslado y el otro aguardaba en la zona limítrofe boliviana y chilena.
" (Los haitianos) No tenían la ropa adecuada, andaban con sandalias y las mujeres con vestidos y, lamentablemente, hemos tenido casos previos de migrantes fallecidos en la frontera por la altura y las temperaturas extremas”, explicó la fiscal, según el portal de noticias de radio Cooperativa de Chile.
¿Endurecer la política migratoria es una solución?
Expertos y diferentes organizaciones que apoyan a los migrantes sostienen que la tendencia del gobierno de Piñera es endurecer las políticas migratorias para reducir los ingresos de extranjeros, sobre todo de haitianos y venezolanos.
Por ejemplo, el ministro del Interior de Chile sostuvo hace poco que la flexibilidad que existía en los anteriores años para el ingreso de los migrantes “fue contraproducente”.
“Todo el país sabe que eso fue dañino para el país y dañino para los haitianos”, afirmó en referencia a la situación precaria que vivieron estas cuando llegaron y que por ello muchos han decidido retornar a su país.
Para la experta en migraciones Victoria Finn, el gobierno de Piñera es parte de la tendencia de cerrar las puertas a los haitianos y a otros extranjeros.
“Son ciclos que van fluctuando entre políticas más abiertas o más cerradas. Chile es parte de esto, pero no tiene que ver con que su gobierno sea de derecha o de izquierda. No depende de la ideología”, indicó a BBC Mundo.
La experta sostiene que estos cambios en los requisitos para los migrantes discriminan la entrada a Chile de personas de dos nacionalidades (haitiana y venezolana) y también a cierren la puerta a personas de menores ingresos.
“Es curioso que los decretos (de Piñera) eligieran específicamente a dos países como Venezuela y Haití. Son los dos grupos que más rápido han crecido en los últimos años”, indica Finn.
La investigadora sostiene que “en todos los países” se producen discursos contra los migrantes acusándolos de delincuencia, prostitución, quitar puestos de trabajo o aprovechar de los servicios sociales públicos.
“Algo que no tiene ninguna verificación”, afirma.
Haití representa, según el censo realizado en 2017 en el país sudamericano, el 8,4% de los extranjeros. Antes de 2010 eran el 0,5%.
Es, junto a Venezuela y Colombia, uno de los países con presencia migrante considerada nueva en territorio chileno
Tradicionalmente, las naciones que más emigrantes aportan a Chile han sido Argentina, Bolivia y Perú.
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