Johana Lucía y su hija Lina María fueron víctimas de una agresión cuando vendían arepas frente a un centro comercial de Villavicencio, Colombia: una mujer les arrojó excrementos, pues le molestaba su presencia. El hecho cobró relevancia en redes en su momento y llevó hasta el alcalde de la ciudad, Juan Felipe Harman, a solidarizarse con las mujeres.
Incluso, decenas de villavicenses acudieron a su negocio para comprarles, por lo cual lograron triplicar sus ventas. Tras ello, ahora la familia afronta un episodio más complejo. Denuncian que la joven Lina María fue abusada sexualmente.
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A partir de las primeras versiones difundidas por medios locales, la estudiante de Administración de Empresas de la Universidad de Los Llanos salió de casa en la noche del pasado lunes 7 de noviembre con el fin de comprar carbón para su puesto de arepas.
Cuando iba en su vehículo sintió un golpe, así que descendió para verificar qué había ocurrido. En ese instante, un sujeto la interceptó y la obligó a conducir hasta una zona apartada de la capital del Meta.
”La abordó, la accedió, la acechó, la subió al carro, se la llevó para una parte oscura y, bueno, no quiero hablar del tema, sí fue víctima de abuso sexual”, señaló la madre, para el medio Vive el Meta.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, la joven fue hallada horas después dentro del carro abandonado.
”La patrulla observa desde la distancia un vehículo que se encontraba orillado en la vía, donde los uniformados encuentran una mujer, quien manifiesta haber sido víctima de agresión sexual, por lo que es trasladada de inmediato a un centro médico para prestarle los servicios de salud”, expresó Ricardo Sánchez, comandante de la Policía Metropolitana, a RCN Radio.
Según dijo la víctima en una corta charla para un medio, los uniformados de la policía la vieron en graves condiciones, ya que habría sido empalada. Por el momento, está hospitalizada.
Antes de conocerse la identidad de la mujer, el alcalde Harman había dicho que se estaba investigando el caso. Además, ofreció una recompensa de 10 millones de pesos (unos 2.100 dólares) para localizar a los responsables y capturarlos.
La lucha de Lina María y su mamá
Lina María, de 25 años, se levanta a las 4 a.m. para alistar sus productos y desde las 6 a.m. ubica su local ambulante. De acuerdo con lo que manifestó cuando se viralizó la agresión de los excrementos, está cursando sexto semestre de administración de empresas en la Universidad de los Llanos, por lo que en las noches va a sus clases. Con el trabajo puede sostener su casa y a su hijo de 10 años.
En su momento le envió un mensaje a la agresora. “La perdono. Así tenga dinero o no, todos somos iguales. Espero que su corazón se sane de tanto odio que tiene”, expresó para la emisora local Olímpica Stereo.
Consideró que fue una bendición tanta solidaridad; pues con su familia no habían dado abasto atendiendo a las personas que hacían una larga fila para comer arepas.