Lucía Hiriart, viuda del ex dictador Augusto Pinochet de Chile, declaró en calidad de imputada este miércoles en una investigación por malversación de caudales públicos, rompiendo la quietud de que gozaba en los últimos años tras la muerte de su esposo.
Considerada la mujer fuerte tras la cruenta dictadura de su marido (1973-1990), a sus 94 años volvió a enfrentar acusaciones de malversación de caudales públicos, esta vez por la venta de inmuebles de la fundación Cema Chile, de la que ella era presidenta vitalicia.
La viuda del exdictador prestó declaración ante el juez Guillermo de la Barra en compañía de su hijo menor, Marco Antonio Pinochet, en su residencia privada, en un elegante edificio del oriente de Santiago.
Después de dos horas el magistrado abandonó el edificio sin hacer declaraciones a la prensa que se encontraba apostada en las afueras del lugar, constató la AFP.
En la víspera el juez dijo que "no había problemas de salud que impidieran" la diligencia. "En el fondo lo que hay que dilucidar", agregó, "es si los dineros productos de esas ventas han vuelto o no al patrimonio de Cema-Chile", que adquirió relevancia durante la dictadura, cuando la esposa de Pinochet fue nombrada presidenta.
Hasta ahora, el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile logró identificar 134 inmuebles de propiedad de la Fundación. De ellos, 118 fueron tasados y valorados en unos 120 millones de dólares.
Solo entre 2009 y 2005, la Fundación habría vendido 36 inmuebles por unos 18,4 millones de dólares, según la denuncia presentada ante la Justicia.
"Hay que saber si efectivamente (los dineros de la venta de los inmuebles) ingresaron a las cuentas de la fundación o a las cuentas propias de la señora Lucía", comentó este miércoles a periodistas la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma.
—Cema Chile—
Creada para capacitar en oficios menores a amas de casa, la fundación fue usada para ampliar la base de apoyo popular al régimen de Pinochet, con centros en las principales comunas del país, a los que las mujeres iban a tejer, bordar o tomar el té.
Tras el fin de la dictadura, poco a poco dejó su carácter social y se convirtió en un lucrativo negocio inmobiliario del que se beneficiaron directamente Lucía Hiriart y su familia.
"Ella siempre consideró a Cema como parte de su patrimonio personal, por eso no es extraño que ella recurriera a sus arcas sin ningún pudor para resolver sus problemas personales", dijo a la AFP en agosto pasado la periodista Alejandra Matus, autora del libro biográfico "Doña Lucía".
Con un inmenso patrimonio inmobiliario y casi sin funcionamiento, sólo el año pasado y tras una denuncia periodística el peso de la justicia cayó sobre ella y su presidenta, la viuda del exdictador, relegada a una escasa figuración pública tras la muerte de su marido en 2006.
Hiriart cambió varias veces los estatutos de la fundación para seguir a su frente, pero tras las denuncias en su contra resolvió dejar el cargo en agosto pasado.
Tras la muerte de Pinochet, su familia vivió años turbulentos con la investigación sobre el origen de la inmensa fortuna oculta en bancos extranjeros. Lucía Hiriart y sus cinco hijos fueron arrestados pero luego liberados sin sanción al no poder acreditarse las denuncias de malversación de caudales públicos.
Después del cierre de esa investigación, la viuda del ex dictador y sus hijos se sumieron en el anonimato, viviendo la decepción de perder el apoyo de los antiguos partidarios del régimen.
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Fuente: AFP