Así se vivió la jornada que terminó con Lula a un paso de la cárcel [FOTOS]

Simpatizantes y opositores del ex mandatario Lula da Silva se congregaron en los exteriores de la sede del Supremo Tribunal Federal de Brasil para aguardar el fallo sobre un recurso judicial que tenía como finalidad evitar que el líder izquierdista vaya a prisión.

El hábeas corpus presentado por la defensa Lula da Silva para evitar que el ex mandatario fuera a la cárcel mientras apela una condena por corrupción fue debatido por más de 10 horas y finalmente fue rechazado por el Supremo Tribunal Federal de Brasil.

El voto decisivo fue emitido por la jueza Rosa Weber, quien se opuso al pedido de Lula. Weber no había dado a conocer su posición hasta el debate. Al difundirse su voto, los opositores de Lula estallaron en júbilo y lanzaron fuegos artificiales pese a que la votación aún no había concluido.

En Sao Paulo se escucharon bocinazos antes de saber la decisión final.

La decisión de enviar a Lula a prisión queda ahora en manos del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), corte de segunda instancia que amplió de nueve a doce años la pena dictada por un juez inferior y ante la cual cabe aún un recurso para revisar la redacción de la sentencia, pero no el contenido.

Lula siguió el debate en una sala del Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo. Avanzada la noche, se dirigió a su departamento sin dirigirse a la militancia.

El líder izquierda estuvo respaldado en todo momento por su agropación política, el Partido de los Trabajadores (PT), que prometió defender en las calles y ante todas las instancias su candidatura presidencial "hasta las últimas consecuencias".

Los seguidores de Lula da Silva ven la condena como una maniobra para evitar que regrese al poder. El PT dijo que los recientes comentarios del comandante del Ejército, el general Eduardo Villas, ampliamente difundidos por los medios brasileños, habían ejercido una presión indebida sobre el máximo tribunal para que dictaminara en su contra.

Lula fue declarado culpable en agosto y condenado a 10 años de prisión por aceptar sobornos valorados en 3,7 millones de reales (1 millón de dólares) de la firma de ingeniería OAS. En enero, un tribunal de apelaciones confirmó por unanimidad su condena y aumentó la pena de prisión a 12 años.

Fuente: Agencias