Un ritual terminó tiñendo el mar de rojo. Litros y litros de sangre de las ballenas muertas se acumulaban en las playas de las Islas Feroe, entre Escocia, Noruega e Islandia. Se trata de un rito centenario que se realiza en el pueblo de Sandavágur, donde esta matanza forma parte de la cultura popular. Incluso los niños participan de esta sangrienta tradición.
En las últimas semanas se difundió un video en el cual se ve cómo decenas de personas matan sin piedad a 180 ballenas como parte de este ritual tradicional en el que cientos de variedades de los cetáceos conocidos como piloto y zifio son masacrados año tras año.
Este rito se hace en representación de aquellos años en los que sus antepasados realizaban esta cacería para estar preparados para superar el durísimo invierno del norte de Europa. Las condiciones de vida se tornan muy duras y el alimento escaseaba, entonces la carne de las ballenas era guardada y la grasa era fileteada y consumida cruda.
Alastair Ward, un estudiante de 22 años de la universidad de Cambridge, visitó el archipiélago hace unas semanas y quedó anonadado al ver el episodio. Sin dudarlo, sacó su cámara y grabó la masacre.
"Una vez que se encontraban lo suficientemente cerca, todo el pueblo salió corriendo a recibirlos y allí fue cuando comenzaron a mutilar a los animales. Incluso los niños participaban, al saltar sobre los cuerpos sin vida de las ballenas", narró Ward sorprendido por lo que vio.
"Simplemente nos sentamos allí sin poder decir una palabra, tristes pero a la vez no podíamos dejar de ver lo que sucedía. Los chillidos de las ballenas eran espantosos", explicó. "Ponían ganchos dentro de sus espiráculos para arrastrarlos a tierra y luego los troceaban con cuchillos. No murieron de una forma digna", agregó.
A pesar de las críticas que generaron las imágenes, las autoridades locales dejaron claro que apoyan este evento al afirmar que la cacería se hace de forma sustentable y que a la vez permite que la isla sea auto suficiente.
Fuente: Agencias