La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) detectó una nueva modalidad de asalto, en la cual los delincuentes exigen a sus víctimas una transferencia bancaria que se puede hacer en minutos a través de un celular.
Con esta modalidad, la procuraduría local detectó tres robos en esta semana; no hay detenidos.
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Los casos se registraron en las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
Las víctimas son gerentes y propietarios de comercios quienes operan las finanza a través de sus teléfonos celulares. La PGJ aún investiga cómo es qué los delincuentes conocen esos detalles. Una vez ubicados, los abordan, los amagan con armas y les exigen hacer transferencias a distintas cuentas.
A pesar que se trata de un atraco, las autoridades de investigación no clasifican esta nueva modalidad cómo robo, pues todavía no se determina si criminalmente se trata de una estafa o abuso de confianza, ya que las carpetas con esa nueva modalidad fueron iniciadas por privación ilegal de la libertad, lesiones y amenazas.
La PGJ trabaja de la mano con las instituciones crediticias para rastrear el efectivo y las cuentas a las que se derivaron los depósitos.
Los golpes
El robo más grande ocurrió la semana pasada, cuando al gerente de una empresa de transporte le pidieron transferir un millón de pesos.
El atraco duró cinco minutos y, hasta el momento, no se ha podido rastrear el efectivo, mientras que el robo más reciente fue el miércoles, cuando delincuentes plagiaron al gerente de una cadena trasnacional de hamburguesas.
Por más de media hora lo pasearon por calles de la alcaldía Gustavo A. Madero y mientras era intimidado, lo obligaron a desbloquear su teléfono celular y desde ahí cometieron un robo aún no cuantificado, así consta en la carpeta CI-FGAM/GAM-8/UI-1S/D/2-7731/11-2019, que se inició por el delito de privación de la libertad, mientras que en el expediente FMH/MH-2/UI-1S/D/11046/11-2019, donde se utilizó el mismo modus operandi, se inició por robo a negocio con violencia.
En este último caso, la víctima, una mujer de 67 años propietaria de un negocio en la alcaldía Miguel Hidalgo, no ha tenido respuesta ni pistas de su banco sobre las cuentas a las que fueron a parar 170 mil pesos que la obligaron a transferir.
A decir de abogados especialistas en el Nuevo Sistema de Justicia Penal, esta modalidad puede ser la nueva tendencia, ya que no hay leyes que protejan a las víctimas de los robos cibernéticos.
“El problema es que, incluso, si a ti te obligan a hacer una transferencia sin violencia, si no te golpean, si no hay huellas de violencia, sólo con intimidación sicológica, no se tipifica como delito grave", es decir, se puede tomar sólo como un abuso de confianza, mientras que por el otro lado, los bancos tienen sus códigos de seguridad, que no permiten el rastreo de efectivo de manera inmediata.
“Es decir, una transferencia se puede cobrar en cuestión de minutos, pero para cuando el banco detecta ese movimiento, el dinero ya no está”, explicó Moisés Pineda, abogado penalista del Nuevo Sistema de Justicia Penal.