Una pareja canadiense se enteró recientemente de que su casa había sido vendida por estafadores sin su consentimiento cuando estaban de viaje. Los expertos dicen que ese tipo de robo no es común, sin embargo, ha habido un notable aumento de casos parecidos en la ciudad más poblada de ese país.
A comienzos de este año, la policía de Toronto solicitó ayuda del público para dar con dos personas que estaban vinculadas a un complejo estratagema de estafa.
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Según la policía, los estafadores utilizaron identidades falsas para hacerse pasar por los dueños de una residencia en la ciudad. Pudieron vender el inmueble y entregarle las llaves a los crédulos nuevos propietarios.
Los verdaderos dueños de la casa, entretanto, se encontraban trabajando fuera del país desde enero 2022.
La pareja que estaba en el exterior sólo se enteró meses después de que su casa había sido vendida sin su conocimiento, cuando vieron que los pagos de la hipoteca habían desaparecido de sus cuentas bancarias.
El incidente captó la atención de muchos en Canadá, especialmente en las áreas metropolitanas de Toronto y Vancouver, donde los bienes raíces son una obsesión nacional debido a los altos costos -el costo promedio de una casa es alrededor de US$750.000- y la escasez de vivienda.
Desde entonces, han surgido otras historias similares y los investigadores dicen que estos casos de fraude de títulos de propiedad, que antes eran inusuales, parecen estar en auge.
Para los veteranos de la industria, este tipo de casos son "definitivamente exclusivos de este período de tiempo", expresó Trevor Koot, director ejecutivo de la asociación inmobiliaria British Columbia Real Estate Association, que ha estado en ese negocio casi 20 años.
"Diría que jamás he visto algo parecido", dijo, particularmente cuando se trata del nivel de sofisticación utilizado para perpetrar estos crímenes.
¿Qué es el fraude de título de propiedad?
Los engaños relacionados con la propiedad de casas o inmuebles suelen ocurrir de dos maneras: fraude hipotecario y fraude de título de propiedad.
El fraude hipotecario es generalmente más común, explicó Brian King, de King Advisory International Group, una firma basada en Toronto que investiga delitos de cuello blanco.
Sucede cuando un estafador usa documentos de identificación falsos para abrir una segunda hipoteca sobre una casa que no le pertenece, usualmente cuando la primera hipoteca está próxima a pagarse o está pagada completamente.
Por otra parte, el fraude de título de propiedad involucra a los arrendatarios de una casa desocupada que se hacen pasar por los dueños y venden el inmueble a compradores. Esto conlleva un traspaso completo del título de propiedad.
En la mayoría de los casos, los verdaderos propietarios y compradores de la casa pueden recuperar la mayoría del dinero si existe un seguro del título de la casa. El seguro ayuda a restablecer la propiedad y cubre los costos legales del proceso.
“Erupción” de fraude inmobiliario en Canadá
King señaló que ha observado un incremento en la frecuencia tanto del fraude hipotecario como del fraude de título de propiedad desde 2020.
Su firma ha visto una "erupción" de fraude de título de propiedad en los últimos años, indicó. En casi todos los caos, los propietarios de las casas estaban viviendo por fuera -en lugares como EE.UU. y China- cuando los estafadores se hicieron con el inmueble.
Entre sus clientes, dijo King, está una pareja de Toronto que se había ido a trabajar en Reino Unido en 2018. Su casa en Canadá fue vendida sin su conocimiento en 2022.
Se vendió por más de US$1,26 millones y había sido completamente renovada para cuando se dieron cuenta del robo en junio pasado. Hasta la fecha, la pareja sigue tratando de recuperar el título de la casa.
John Rider, un vicepresidente de la aseguradora Chicago Title Insurance Company, manifestó que la filial canadiense de su compañía sólo había visto dos casos de fraude -hipotecario y de título- entre los años 1960 y 2019.
Ahora están lidiando con decenas de estos casos, incluyendo por lo menos cinco de fraude de título de propiedad, todos en el área metropolitana de Toronto, que incluye la ciudad y municipalidades aledañas.
Casos parecidos de fraude también han surgido en la provincia de British Columbia -cuya ciudad principal es Vancouver, donde una casa promedio supera los US$800.000- aunque han sido menos frecuentes.
La Autoridad de Títulos y Agrimensura de British Columbia (LTSA, por sus siglas en inglés) afirmó estar al tanto de dos intentos de fraude de título de propiedad, de los cuales sólo uno prosperó. La institución pública añadió que sólo sabe de un caso anterior en 2019, y dos en 2008 y 2009.
Asegura que estos tipos de fraude siguen siendo excepcionalmente raros -la LTSA procesa hasta un millón de solicitudes de títulos inmobiliarios al año.
En un caso similar, reportado por la prensa en Reino Unido, un hombre de la localidad de Luton (a unos 50 km al norte de Londres) regresó a su casa para encontrar que esta y todos los muebles habían sido vendidos sin su conocimiento.
Sin embargo, los casos de fraude inmobiliario en Reino Unido parecen mantenerse estables. Los datos provistos a la BBC por la oficina de catastro británica muestran un promedio de 41 casos reportados de fraude hipotecario y de título de propiedad en los últimos cuatro años. Los casos alcanzaron un pico de 50 en 2016-2017.
Documentos falsos y actores habilidosos
Los expertos están desconcertados por el aumento de casos reportados, particularmente en Toronto.
King indicó que es posible que los contratos inmobiliarios virtuales durante la pandemia pudieron haber hecho más difícil la detección de documentos de identificación falsos. Añadió que la pandemia también forzó a algunas personas a estar alejadas de su propiedad por períodos más largos debido a las restricciones de viaje.
Otros señalaron la mayor sofisticación de los delincuentes -algunos de los cuales han sido vinculados al crimen organizado- que aparentemente tienen un buen conocimiento del sistema inmobiliario canadiense.
Rider añadió que las identificaciones fraudulentas utilizadas en estas transacciones suelen parecer auténticas, y que los malhechores contratan a actores habilidosos para hacerse pasar como los propietarios para llevar a cabo el engaño.
"Los documentos de identificación son tan fáciles de falsificar ahora que no pueden ser la única manera confiable para cerrar una transacción de tres millones de dólares", expresó Rider.
Otro aspecto es la naturaleza rentable de este tipo de crímenes. La propiedad raíz en Toronto ha subido en valor significativamente en las últimas décadas. Una casa promedio en 1996 costaba aproximadamente US$150.000. El año pasado estaba en más de US$875,000.
"Tiene sentido que haya mucha concentración donde la finca raíz es realmente valiosa", opinó Ron Usher, abogado general de la Sociedad de Notarios Públicos de British Columbia.
Pero Usher advirtió que es muy poco lo que se sabe de estos casos reportados de fraude de título de propiedad, que suelen ser de naturaleza compleja.
"Estos crímenes no son fáciles de perpetrar, y suelen ser pillados y frecuentemente impedidos".
Él y otros han llamado a que se lleva a cabo una investigación nacional para determinar las causas fundamentales y si se puede hacer más para proteger a los propietarios en Canadá.