Jerusalén. En blanco y negro, con aires sensuales, y simulando un anuncio publicitario aparece la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked, en un video electoral en el que se rocía con el perfume "Fascismo" y arremete contra el sistema judicial, prometiendo un cambio ante las elecciones generales del próximo 9 de abril.
"Reforma judicial, reducción de activistas, nombramiento de jueces, gobernanza, separación de poderes y moderación de la Corte Suprema", son la esencia del perfume llamado "Fascismo" que "huele a democracia" para la ministra de Justicia y candidata a las próximas elecciones israelíes junto al titular de Educación, Naftalí Benet, al frente de la reciente formación Nueva Derecha.
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Shaked enumera algunas de las propuestas que ha hecho durante sus años en el cargo, en los que se ha opuesto en numerosas ocasiones a las decisiones y funcionamiento del sistema judicial, y que le han valido varias críticas.
"El cambio está en camino", promete al final de un video difundido anoche que hoy está generando polémica en el país, donde no todos lo han entendido.
La grabación sigue a la iniciativa de ayer de Shaked de adoptar pasos drásticos para reformar el sistema judicial, con un programa político de choque que propone llevar a cabo durante los primeros cien días de gobierno para modificar las bases del funcionamiento de la Justicia israelí.
La ministra quiere anular el comité para el nombramiento de los jueces de la sala del tribunal y que el Ministerio de Justicia presente candidatos para la judicatura ante el Gobierno y la Knéset (Parlamento israelí), que serían los responsables de aprobar su elección, con lo que se podría nombrar a un juez con una mayoría simple de votos en la cámara parlamentaria, recoge el digital Times of Israel.
Además, Shaked defiende adoptar una cláusula que otorgaría a la Knéset el poder para anular una decisión del Supremo con el voto de 61 parlamentarios de los 120 que componen el Parlamento, y quiere aprobar el proyecto de ley de los Asesores del Estado, que ya intentó avanzar con anterioridad.
Horas antes de presentar su propuesta, el Supremo prohibió participar en las elecciones del 9 de abril al ultraderechista Michael Ben Ari, acusado de racista e islamófobo, y permitió concurrir al partido árabe Balad-Raam y a un candidato de Hadash-Taal, cuya participación el comité electoral había vetado.
La ministra acusó a la corte de dar "un golpe" contra la democracia y el público, aseguró que "las elecciones se han convertido en una cosa casi sin sentido" y argumentó que la gente "ha sido reemplazada por el 'público ilustrado'", dijo durante un discurso en una conferencia, en la que aseguró que "la revolución democrática está a medio del camino", informa el medio.
Los comentarios atrajeron duras críticas tanto de la derecha como de la izquierda: los primeros afirmaron que las propuestas llegaban tarde y que eran pocas, mientras que los segundos le acusaron de querer arruinar el sistema judicial.
Como parte de su campaña, al comienzo de la semana se colocaron enormes carteles frente a la corte en Jerusalén que decían: "Shaked ganará el Tribunal Superior, Benet ganará a Hamas".
Fuente: EFE