El ejército sirio se apoderó este lunes de un nuevo barrio rebelde en el norte de la ciudad de Alepo y controla ahora dos tercios de la parte oriental de la segunda ciudad de Siria, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las tropas sirias, apoyadas por combatientes extranjeros, en particular libaneses e iraquíes, conquistaron el barrio de Qadi Askar, en manos de los rebeldes desde 2012, indicó el OSDH.
En los días previos habían conquistado los barrios de Karam al Myessar, Karam al Tahhan y Karam al Qatarji.
Ahora el ejército rodea completamente el barrio de Shaar, indicó el OSDH, que agregó que muchos civiles huyeron ante el avance de las tropas leales.
La toma de Shaar permitiría al gobierno retomar el control del 70% de la zona de Alepo que estaba en manos de los rebeldes.
La metrópolis del norte de Siria, capital económica del país, estaba dividida desde 2012 entre los barrios del oeste controlados por el gobierno y los del este, en manos de los rebeldes.
El ejército del presidente sirio Bashar al Asad lanzó una gran ofensiva el 15 de noviembre pasado para reconquistar la totalidad de la ciudad.
Durante la noche, los habitantes del este de Alepo apagaron las luces para evitar ser blanco de los bombardeos, indicó un corresponsal de la AFP.
Al menos 319 civiles murieron, entre ellos 44 niños, desde el inicio de la ofensiva siria contra los barrios rebeldes, afirmó el OSDH.
En la zona bajo control del gobierno, la artillería rebelde mató a 69 civiles, entre ellos 28 niños.
Sitiados desde hace cuatro meses, los habitantes de los barrios rebeldes sufren la falta de víveres y medicamentos.
Los bombardeos gubernamentales y rusos destruyeron casi toda la infraestructura médica.
Este lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU debe pronunciarse sobre un proyecto de resolución de alto el fuego en Siria de siete días para facilitar el acceso a la ayuda humanitaria a los barrios orientales.
Pero no es seguro que Rusia, aliado de Siria, que dispone del derecho de veto, permita la adopción de la resolución.
El proyecto de resolución fue redactado por Egipto Nueva Zelanda y España, que preside el Consejo de Seguridad durante el mes de diciembre, tras largas negociaciones con Rusia, que se muestra muy reticente.
Desde su inicio en marzo de 2011, la guerra civil siria causó la muerte de más de 300.000 personas.
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